
Bogotá vivió durante el fin de semana una clara muestra de la versatilidad de la sede del Distrito Cultural Vive Claro. En menos de 24 horas, el lugar pasó de acoger un concierto de la banda estadounidense Imagine Dragons ante más de 30.000 personas a convertirse en sede de un Oktoberfest con miles de asistentes.
Desde su inauguración hace unos meses, Vive Claro se había presentado como uno de los recintos más versátiles del país. El reto del fin de semana fue demostrarlo: en cuestión de horas se llevó a cabo el desmontaje, limpieza y reacondicionamiento del espacio gracias a un equipo de producción, limpieza y soporte técnico que trabajó en un tiempo récord sin afectar el cronograma.
El complejo cuenta con un foro con capacidad para 40.000 personas y un pabellón de usos múltiples para 7.000, lo que lo convierte en un punto estratégico para grandes eventos culturales y corporativos en Bogotá.
Además de su infraestructura, Vive Claro se destaca por su modelo de sostenibilidad: políticas de vertedero cero residuos, gestión circular de materiales, control de ruido y accesibilidad universal. También se ha comprometido al diálogo constante con la comunidad vecina.
En términos económicos, el entretenimiento tiene un impacto significativo. Según datos oficiales, cada concierto en este tipo de recintos aporta más de 2 mil 300 millones de pesos en impuestos. Los eventos del fin de semana representaron un impacto turístico de más de 7 mil millones para la ciudad, y más del 30% de los asistentes provinieron de fuera de Bogotá.
En resumen: el fin de semana consolidó al recinto Vive Claro como un epicentro de entretenimiento y cultura en Colombia, capaz de adaptarse a los ritmos cambiantes sin sacrificar la calidad ni la sostenibilidad.