
En las vastas carreteras de Colombia, que serpentean entre las frondosas selvas de América Central y los imponentes glaciares del norte, se encuentra la inspiradora historia de la pareja paisa, Andrea y Santiago. Ellos decidieron explorar el continente estadounidense en una motocicleta, emprendiendo una aventura que comprendió más de 18 países, un viaje que se extiende por 6 meses, y miles de kilómetros recorridos, todos los cuales han estado impregnados de amor, resiliencia, emprendimiento y libertad.
Todo comenzó en Medellín. Santiago Pérez, ingeniero de construcción de oficio y un apasionado motociclista, siempre ha sido un espíritu inquieto y curioso. Paralelamente a su carrera, hizo realidad su sueño de emprender creando dos negocios: uno en el sector agropecuario y otro dedicado a la importación de porcelana. Aunque al principio la moto fue una solución práctica para la movilidad en Medellín, pronto se transformó en una auténtica pasión. “Comencé con una pequeña moto, pero deseaba aventurarme más lejos”, recuerda. En 2018, Andrea se unió a Santiago en su primer viaje motorizado hacia Santander, y desde entonces, ella no ha abandonado el asiento trasero. “Cuando viajas en moto, realmente aprecies los paisajes y el momento; el viaje se vuelve una experiencia más consciente”, comenta.
Una vez que comienzas a viajar, cada vez que regresas, te preguntas: “¿Y ahora, a dónde vamos?”
Santiago Pérez Viajero originario de Paisa
Iniciando un viaje
En 2020, decidieron emprender su primer gran viaje en América del Sur. Durante su travesía, recorrieron Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, hasta alcanzar Ushuaia, el punto más austral del continente.
Momentos difíciles por la pandemia
Sin embargo, durante su travesía, la pandemia les sorprendió y se vieron obligados a permanecer tres meses en Arequipa, Perú. Allí, se encontraron imposibilitados de moverse y tuvieron que dejar su motocicleta para abordar un vuelo humanitario de regreso a Colombia. Gracias a contactos que hicieron en la ciudad, nació un nuevo sueño: alcanzar Alaska. Del mismo modo, dieron vida a su negocio compartido, una tienda especializada en productos para mascotas, combinando la experiencia de Santiago en importación y la pasión de Andrea por los animales.
Preparativos para la gran aventura
Regresaron a Colombia en 2020, pero la idea de explorar América nunca los abandonó. Pasaron tres meses organizando todo: recursos, permisos, logística y la forma de gestionar su empresa mientras estaban ausentes. Elegieron una fecha de partida estratégica para sortear las lluvias en América Central y las nevadas en el norte.
No se trató de abandonar todo de manera impulsiva y comenzar. Siempre planificamos cada paso que dimos
Santiago PérezViajero y emprendedor de Paisa
Andrea y Santiago en Ushuaia. Foto:Instagram: @caminosbrudas
Desafíos en el Darién
El 23 de marzo de 2023, finalmente comenzaron su travesía hacia el norte. El primer gran desafío fue cruzar el Darién, una de las secciones más complicadas de viajar, ya que no hay carretera entre Colombia y Panamá. Optaron por realizar este cruce por mar, utilizando pequeñas embarcaciones que pusieron a prueba sus nervios durante una semana. “Si la moto se caía al fondo del mar, no sabía si podría recuperarla. Pero queríamos vivir esta experiencia”, confesó Santiago.
El mar es otro planeta. Lo más angustiante era pensar que la motocicleta podría desaparecer en sus profundidades
Santiago PérezViajero y emprendedor de Paisa
Aunque lograron completar esta etapa, Santiago afirma que no repetirá esta parte de su aventura.
Explorando Centroamérica
Una vez en Panamá, comenzaron a ascender por América Central, dedicando una semana a explorar cada país. Visitaron Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belice. A pesar de que geográficamente estos países son pequeños y se pueden recorrer rápidamente, decidieron tomarse su tiempo para conocer la cultura, la gente y los paisajes.
Centroamérica les presentó un clima desafiante: calor extremo y humedad constante. Sin embargo, también les ofreció escenarios inolvidables, como las playas del Caribe, volcanes activos y coloridos pueblos. Se volvió un viaje repleto de experiencias humanas y visuales.
Incidentes en Nicaragua
Mientras transitaban por Nicaragua, Andrea y Santiago confirmaron lo que muchos motociclistas habían mencionado: las advertencias sobre este país son comunes, especialmente tras un incidente del año anterior que causó preocupación entre los viajeros.
“Mucha gente nos preguntó sobre nuestra experiencia, especialmente en Nicaragua, lo que generó una reputación de corrupción, inspecciones excesivas y problemas de reputación entre quienes viajan”, relató Santiago.
En su caso, enfrentaron una cantidad inusual de paradas: “Solo en un día nos detuvieron tres veces, algo que no ocurrió en otros países que visitaron”. Sin embargo, a pesar de esto, nunca revisaron sus pertenencias cuando ingresaron o salieron del país, e incluso pudieron llevar su dron sin ningún contratiempo.
Santiago opina que cada viaje es único: “No tuvimos problemas, pero eso no implica que otros no los enfrenten. Es crucial seguir las normas locales y tener todos los documentos en regla. De esta manera, se evitan inconvenientes y pueden disfrutar de lo que este país tiene para ofrecer”.
México: un país que robó su corazón
Después de su paso por Nicaragua, llegaron a México, un país impresionante que los cautivó por su diversidad. Se tomaron un año y medio para explorar el país, visitando Yucatán, Quintana Roo, Chiapas, Oaxaca, Hidalgo y Baja California, entre otros estados. Ambos recuerdan la belleza de sus montañas, la calidez de su gente, la deliciosa gastronomía y la riqueza cultural de cada región.
Desde Cabo San Lucas, en el sur de Baja California, dedicarán una semana a atravesar la península hasta llegar a Tijuana, donde finalmente cruzaron la frontera hacia los Estados Unidos.
Estados Unidos y Canadá: paisajes de otro mundo
En su periplo por Estados Unidos, comenzaron en San Diego y, en tres semanas, ascendieron por la costa oeste, atravesando California, Oregon y Washington, disfrutando de hermosos parques naturales, desiertos y espectaculares acantilados.
Ingresaron a Canadá por Vancouver y, después de dos semanas de viaje, finalmente alcanzaron su destino soñado: Alaska. En esta etapa, enfrentaron temperaturas extremas y carreteras solitarias, pero también contemplaron paisajes majestuosos.
El Parque Nacional de Banff nos dejó impresionados: lagos turquesa, osos en el camino, y puestas de sol que parecen sacadas de un sueño.
AndreaViajera y emprendedora de Paisa
En Alaska, incluso tuvieron la suerte de observar auroras boreales. Durante los seis meses de su viaje, documentaron su travesía en Instagram, acumulando miles de seguidores. Las historias que compartieron se convirtieron en una serie que sus seguidores esperaban con ansias cada noche.
Después, regresaron a recorrer otras rutas: viajaron a la provincia de Alberta (Canadá) y cruzaron por Montana, Wyoming, Idaho, Utah, Nevada y Colorado. Luego hicieron un trayecto de Costa Rica desde California hasta Nueva York, pasando por Ohio, Washington DC, las Carolinas y culminando en Miami, donde enviaron su motocicleta por avión de regreso a Bogotá.
Un viaje que inspira
A lo largo de su recorrido, Andrea y Santiago compartieron experiencias que resonaron profundamente y se convirtieron en virales. Hay quienes les escribieron para contarles que se atrevían a llevar a cabo una aventura similar gracias a ellos. “Recibimos mensajes donde nos agradecían por inspirarles a realizar este viaje”, relata Andrea llenas de emoción. “Algunos de ellos anotaron cada uno de nuestros relatos”.
El destino no es tan relevante; lo crucial es lo que aprendes, lo que sientes en el viaje y cómo vives cuando te desplazas en moto.
Santiago PérezViajero y emprendedor de Paisa
Este viaje no solo fortaleció su relación, sino que les dejó enseñanzas profundas. “Lo más importante es entender que si deseas algo, es esencial salir y planificarlo. No se trata únicamente de soñar, sino de pasar a la acción”, reflexiona Santiago. Para él, la travesía a Alaska fue también un ejercicio de liderazgo, organización y fe: “No contaba con referencias de quienes hubieran realizado este viaje. Tuve que planificar todo desde cero. Pero al final, lo logré.“
Trabajo en equipo
Andrea, por su parte, destaca la admiración que siente hacia la capacidad de su pareja para localizar, planificar y tomar decisiones en el camino. “Soy más emocional y me gusta documentar cada instante, guardar recuerdos. Él es más racional y estructurado. Nos complementamos perfectamente”, explica.
Preparándose para la próxima aventura
En la actualidad, en Medellín, continúan con sus actividades relacionadas con los productos para mascotas y ya están soñando con nuevas rutas. Europa, África y Asia se encuentran en su lista de deseos. Pero más allá de los kilómetros recorridos, Andrea y Santiago han demostrado que los viajes son más que simplemente recorrer distancias: están hechos de amor, valentía y determinación.
Porque, al final, como ellos mismos lo dicen: “El viaje no se mide por el destino, sino por el camino recorrido.”
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