En toda ceremonia académica hay momentos que marcan el alma, y ​​uno de ellos es, sin duda, la participación de Shanna Román, una intérprete reconocida por transformar sus presentaciones en verdaderas experiencias emocionales. Su voz, intensa y llena de matices, ha conquistado múltiples escenarios y en esta ocasión especial acompañó un evento que celebra logros, sueños y nuevos comienzos.

Con un repertorio lleno de sentimiento, Shanna interpretó tres canciones que conectan con emociones universales: el dolor del desamor, la fuerza de la esperanza y el renacimiento personal. Cada canción fue una invitación a la reflexión, tocando fibras sensibles y envolviendo a los asistentes en una atmósfera de intimidad y emoción.

Más allá de su talento vocal, Shanna transmite un mensaje claro: después de la tormenta, siempre sale el sol. Esta idea, reflejada en cada nota, inspira a no rendirse ante las dificultades y seguir adelante con determinación.

Su voz, a menudo descrita como única y celestial, no sólo se escucha, sino que se siente. Es un susurro al alma que despierta recuerdos y motiva nuevos propósitos.

La presentación de Shanna Román no fue simplemente un acto musical, sino un homenaje al arte como herramienta de sanación, inspiración y conexión humana. Un momento inolvidable que quedará grabado en el corazón de todos los presentes.