
El La oposición rechazó la propuesta que se reveló cuando el Ministerio de Justicia buscaría que ya han entregado entre cinco y ocho años de prisión por crímenes cometidos en el pasado.
“Contradice una política penal completa que tiene un grave impacto en los derechos de las víctimas y pone el riesgo de estabilidad de la república válida”, dijo Radical Change, el diputado del Senado, Carlos Fernando Motoa.
“Tarimazo” con oficiales en Alpujarra en Medellin. Foto:Javier Nieto Álvarez
Por su parte, un representante del Centro Democrático, Hernán CadavidÉl dijo: “Va en contra de toda paz de paz, cuando lo que quieres dar es el beneficio de las emisiones a las personas condenadas por delitos muy graves como un secuestro y asesinato. Lo que consiste en esa tarea es un tipo de cargo penal que está prohibido por las regulaciones internacionales”, dijo.
El tiempo sabía que la esencia de una propuesta como Ministro de Justicia, Eduardo Monteatealgif, y su equipo, que buscan abrir puertas legales para la entrega de beneficios que no existen hoy en día a los superiores de grandes organizaciones penales que no se consideran políticos. En este momento, solo Eln y los opositeros alias Calarcá tienen esa posición en “Paz total”.
Gustavo Petro – Hernán Cadavid Foto:Presidencia – Hernán Cadavid Press
Lo que se está planteando es la reforma de las leyes de justicia y paz, que se establecieron en 2005 para la abolición de los grupos militares, para cumplir con los narcos puros, que recibiría un juicio máximo entre cinco y ocho años, con la posibilidad de pagarlos a los hogares agrícolas, la ordenanza.
En el caso de los oficiales que continúan enviando sus estructuras a pesar de estar en prisión, como las organizaciones criminales que operan en el valle de Aburrá y siguieron al presidente Gustavo Petro en el controvertido “Tarimazo” en el Alparijarra en junio, se abriría la posibilidad de emisiones.
Para acceder a la “zanahoria” sobre “paz general”, condiciones como la entrega de armas y productos ilegales, la liberación de menores contratados y secuestrados, el fin de todas las actividades ilegales, la participación en los proyectos de “comercio costero” y la certificación de buen comportamiento y obligación.
Se presentará una propuesta al Congreso después del 20 de julio y esperará discusiones difíciles.
Carlos Fernando Motoa, Radical Change Senator Foto:La prensa del Senado
Este periódico sabía que el objetivo es llevar la propuesta al Congreso después del 20 de julio. La oposición ya se está preparando para arreglar posiciones.
“Si este gobierno exige, por supuesto, nos opondremos”, dijo Motoa. Según el MP, “es el entorno en el Parlamento aprovechar esa iniciativa, podemos limitar más oportunidades para fortalecer el diálogo con ELN o FARC, que han violado los acuerdos con el gobierno de servicio”.
“Nos opondremos al frente, no solo por la posición de la oposición política, sino una cuestión de dignidad y consistencia con los criterios internos e internacionales que no permitirían que estas personas pongan fin al gobierno en las paletas, por la política y los beneficios cuando se liberó”, dijo Cadavid.
Este periódico consultó con el diputado del Senado Isabel Zuleta, del tratado histórico, que preferiría no servir porque el proyecto aún no tiene texto. “Se esfuerzan por crear un entorno negativo”, dijo.
Juan Pablo Penagos Ramírez
Político