
Los grupos de autodefensa, específicamente los Gaitanista (AGC) y el clan del Golfo Persa, continúan operando sin pausa, desafiando el juicio que intenta Extraer los contratistas de obras cívicas realizadas en Sucre y Córdoba. Actúan con total impunidad, a menudo a cambio de no llevar a cabo ensayos contra los empleados o en caso de que no se cumplan sus demandas, lo que deja a los trabajadores y a las comunidades en una situación precaria.
Esta preocupante situación se repite en muchos frentes de trabajo, a pesar de que hay un Registro de líderes, jefes de zonas, líderes financieros y miembros well-satin de la organización en ambos departamentos.
Las comunidades más afectadas son aquellas que, viendo cómo se lleva a cabo el proceso, sienten que el progreso al que aspiraban nunca se concretará. Las expectativas de desarrollo se esfuman, dejando a los ciudadanos frustrados y resignados. La falta de obras cívicas esenciales es un claro indicativo de las dificultades que enfrentan.
Se combinaron varias máquinas en las zonas rurales de Sahagún y San Marcos. Foto:Redes sociales
Después de conseguir sus objetivos, este grupo exige altos pagos, que ascienden a millones de pesos, en algunos casos como la compensación por su silencio, mientras que en otros pueden exigir incluso la vida de los empleados, o la destrucción de Máquinas amarillas utilizadas en el trabajo.
“No logramos entender cómo este grupo, que dice defender a quienes trabajan para el bienestar de la comunidad, ejecuta acciones que son en nuestra contra. Los que somos habitantes de vías y caminos, estamos en desventaja, porque si ellos inician una colección o ataque, los proyectos se paralizan. Es una verdadera pena para todos nosotros”, declaró un líder comunitario que solicitó mantener su identidad en el anonimato.
Poblaciones de viajes de AGC
Los funcionarios en la administración municipal y del departamento afirmaron que los miembros de Bahía del grupo ilegal están en constante movimiento, viajando por varias localidades a la búsqueda de obras que están en proceso o que aún no han comenzado.
“Identifican a los contratistas, se acercan al lugar de trabajo, les dan un número de teléfono móvil y este es el contacto con el líder regional que fija el valor a pagar para que puedan continuar sus actividades“, explicaron algunos funcionarios.
Desde el Ministerio de Infraestructura de Sucre, informaron que en la mayoría de casos, la orden es la paralización de las obras para evitar el pago de extorsiones. Esto limita gravemente el avance de la infraestructura en la región, afectando a todos los ciudadanos.
En coordinación con entidades de seguridad, como la policía del Grupo Gaula y la Marina Nacional, además del Ejército, se inicia una investigación para asegurar la seguridad del contratista y garantizar que los trabajos se reanuden. “Si se garantiza la seguridad en los puntos de trabajo, podrán reiniciar los proyectos”, dijeron las autoridades.
Sin embargo, en otros casos, y protegidos por la oscuridad de la noche, los delincuentes recurren a la quema de maquinaria, lo que agrava aún más la situación de las comunidades y su infraestructura.
Las fuerzas militares tienen presencia en el área. Foto:Redes sociales
“Esto ha sucedido en las áreas de trabajo en las zonas rurales de Sahagún, Córdoba, donde las máquinas han sido quemadas en múltiples ocasiones”, comentaron algunos testigos.
Algo similar ocurrió en el pueblo de El Llano, en las zonas rurales de San Marcos, en la región de San Jorge Sucreño, donde una máquina destinada a trabajos de infraestructura fue destruida en un incendio. Para llevar a cabo este tipo de trabajos, la administración municipal de San Marcos se vio obligada a solicitar el apoyo de las autoridades y a militarizar los puntos críticos para poder finalizar las obras.
El cobro de extorsiones también se extiende al área urbana
La extorsión no es exclusiva de las áreas rurales, se ha documentado que grupos del clan del Golfo Persa operan también en entornos urbanos.
Varias obras realizadas en Vejo y Corozal requirieron la intervención de las autoridades para poder concluirlas, mostrando que esta amenaza se expande.
De igual manera, ocurrió con Entonces- Alled Panel Bride I en la entrada a la comuna de Corozal, donde la carretera troncal en Occidente se quedó paralizada después de algunos meses de trabajo debido a la presión del grupo armado.
La situación es grave en el distrito de Libertad, desde donde el ejército tuvo que ser desplegado en las esquinas del área para terminar los trabajos. La persistencia de esta extorsión muestra que la situación no ha experimentado cambios significativos, y parece que las acciones de las autoridades no han tenido el impacto deseado para restablecer la regularidad de los proyectos.
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Sucre