
Daniel García-Peña está acostumbrado a trabajar en medio de la tormenta. Su equilibrio en momentos de alta tensión nos ha permitido encontrar cierta calma en la relación entre Colombia y Estados Unidos.. Sin embargo, deberá regresar a Washington con la tarea de reconstruir los canales diplomáticos y evitar una mayor escalada del conflicto entre ambos países, tras los cuestionamientos de su propio jefe, el presidente Gustavo Petro, sobre su manejo como embajador.
“Si el embajador no es capaz de crear un camino que se extienda y establezca una visión diferente para Trump, vamos a tener problemas mayores. Esa es la tarea que le dejo al embajador”, advirtió el presidente en una reunión de gabinete, criticando a la diplomática y secretaria de Estado Rosa Villavicencio por no acercarse a los republicanos para transmitir su mensaje al frente del complejo de un proyecto ya de por sí complejo. Estado contra su contraparte y viceversa.
El presidente Gustavo Petro en el Consejo de Ministros. Imagen:la presidencia
En menos de un mes, García-Peña pasó de presenciar a su superior comandando tropas estadounidenses para desobedecer a su comandante en jefe a ser llamado a interrogatorio por segunda vez este año, luego de que la Casa Blanca acusara a Petro de ser un “líder del narcotráfico”.
En ese contexto, Sandra Borda, PhD en Ciencias Políticas de la Universidad de Minnesota sugiere que las posibilidades del embajador de alcanzar un diálogo directo con Trump son nulas. “Según el protocolo no hay posibilidad de que el presidente Trump se reúna con el embajador. Trump solo se reúne con sus pares y esto es tan malo que el presidente Petro no ha podido pasar de la categoría de una reunión con el embajador de Estados Unidos en Bogotá. Ni siquiera han tenido la oportunidad de subir un poco en el escalafón de la Cancillería”, dijo Borda.
Daniel García Peña Imagen:Embajada de Colombia en Estados Unidos
Dadas estas circunstancias, Eduardo Velosa, Director de la Maestría en Estudios Internacionales de la Universidad Javeriana, Considera que García-Peña debería buscar conversaciones directas con dos figuras políticas muy importantes: Michael Kozak, jefe de la Oficina de Asuntos Hemisféricos, y Christopher Landau, subsecretario de Estado. En estos espacios será clave la conversación sobre la diferencia en la lucha contra el narcotráfico.
“Además de conseguir la cita para hablar personalmente, lo más difícil es transmitir plenamente el mensaje del gobierno de Petro. Esto se debe a que Kozak fue el representante espacial en Venezuela en 2019, lo que significa que conoce de primera mano lo que está pasando en Venezuela y, respecto a Landau, su cercanía con Colombia hace que también conozca las fortalezas y no el mensaje de Petros Velosa.
Aparte de lograr que el comando hable en persona, la parte más difícil es transmitir el mensaje de la administración de Petro.
Por otro lado, aparece un grupo de miembros del Congreso que forman parte de las respectivas comisiones de relaciones exteriores del Senado y la Cámara. “Algunos de estos miembros del Congreso son fundamentales, ya que en realidad están a cargo de ciertas cuestiones de la política exterior estadounidense en lo que respecta a la legislatura”. En ambas cámaras, los demócratas son minoría y los republicanos interesados en las cuestiones latinoamericanas son pocos. No es una tarea fácil, ya que no hay muchos entrevistados y quienes tienen una posición muy cercana a Trump en materia de drogas, Venezuela y el uso de la fuerza para asegurar la soberanía y protección de los intereses de Estados Unidos”, agregó el catedrático.
Donald Trump es el principal impulsor del acuerdo de alto el fuego. Imagen:EFE
La idea ya pasó por la mente del embajador. En conversación con EL TIEMPO, Indicó que regresará a América del Norte con la vista puesta en el presupuesto que actualmente debate el parlamento de ese país.. “En esta etapa que viene, hay más importancia en el Congreso porque en este momento no han podido ponerse de acuerdo sobre el presupuesto, que es fundamental porque es cuando miran no sólo los temas de Colombia sino también los temas del mundo en relación a la ayuda exterior. Entonces estamos impulsando este trabajo más que nunca con republicanos y demócratas, pero con más énfasis en los republicanos, que son los principales”, dijo.
Él comité de fondos de la casa de Estados Unidos, propuso reducir la ayuda económica a Colombia en un 50 por ciento para el año fiscal 2026, de aproximadamente $400 millones a $208,7 millones. Sin embargo, el proyecto de ley aún no ha sido votado en el pleno ni adoptado en el Senado.; Por tanto, no es ley ni está vigente.
Entre los objetivos del historiador también están las negociaciones para evitar nuevos aranceles y el Tratado de Libre Comercio (TLC). “Debemos seguir trabajando en el lado empresarial, no sólo con la esperanza de que los aranceles sean más altos.. Ya hemos dicho que con el 10 por ciento se desconoce un acuerdo de libre comercio entre los dos países”, dijo a este diario.
Según el presidente Petro, a través del Encargado de Negocios estadounidense en Bogotá, Se realizó una propuesta que tiene como objetivo impulsar el programa de compensación del cultivo de hoja de coca en el país lo cual está relacionado con beneficios aduaneros.
“Aranceles cero para los alimentos y productos agrícolas que Colombia exporta a Estados Unidos. Un incentivo del gobierno estadounidense a las empresas estadounidenses que comercian con productos agrícolas para que realicen contratos a largo plazo con agricultores para comprar productos en lugar de cultivos ilícitos”, afirmó el jefe de Estado.
Daniel García-Peña, Embajador de Colombia en Estados Unidos. Imagen:Cortesía
Asimismo, continúan las negociaciones con los emigrantes colombianos, tema que provocó el primer gran conflicto entre ambos gobiernos y que deja hasta el momento más de 2.000 colombianos que ya regresaron al país.
“Colombia y Estados Unidos deben seguir trabajando juntos. Lo que exigimos es que se abran los canales diplomáticos para intercambiar inquietudes, pero también aspectos en los que coincidimos”, afirmó García-Peña.
Por ahora, sin anuncio de un nuevo arancel y luego de una reunión entre Gustavo Petro y el Alto Comisionado de Estados Unidos en Bogotá, John McNamara, la crisis se enfrió. Pero el embajador sabe muy bien que eso puede cambiar en cualquier momento.
JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ
Escritura política