
La Asociación Sugar Caña de Colombia (Asocaña) ha emitido recientemente una declaración oficial en la que expresa su condena enérgica frente a un ataque violento que tuvo lugar el 14 de mayo. Este incidente involucró a hombres armados que obligaron a salir del autobús a trabajadores del sector azucarero, incluidos niños que forman parte de un programa deportivo de la misma organización.
La declaración de Asocaña afirma que “rechaza y condena el violento ataque que se produjo el miércoles por la noche, el cual puso fin al servicio de transporte destinado a los niños y jóvenes que participan en el programa de fútbol del azúcar”.
En la carta leída por la presidenta de Asocaña, Claudia Calero, se mencionó que “el incidente ocurrió en la carretera entre Villa Pazundí, donde dos hombres interceptaron al autobús, agredieron al conductor y posteriormente incendiaron el vehículo. Es absolutamente inaceptable que ocurran ataques violentos dirigidos a iniciativas que han cambiado la vida de más de mil niños a través de la práctica deportiva. Estas acciones están en directa oposición a los mejores intereses de los menores y sus aspiraciones”.
La presidenta añadió que, dadas las condiciones de seguridad en la región, “nos vemos obligados a reevaluar la continuidad del transporte, crucial para sus entrenamientos, ya que hoy se ha producido un robo similar”.
El programa “Sports Ingenio”, según informa Asocaña, es utilizado por más de mil jóvenes de entre 5 a 17 años en diez escuelas de fútbol ubicadas en Miranda, Padilla, Corinto, Guachena y Puerto Tibadada, así como en Cauca, Jamundí y Candelaria en el Valle del Cauca.
El ataque del miércoles por la noche fue particularmente alarmante, ya que los agresores detuvieron el vehículo en la parte alta del Corregimiento Villa Paz, en la zona rural de Jamundí, forzando a los adultos y a los menores a abandonar el autobús.
Además, varios lugares en la zona fueron incendiados, lo que generó un clima de miedo y caos. Las autoridades militares respondieron a la situación, proporcionando asistencia a los ciudadanos y niños, quienes estaban evidentemente asustados por los acontecimientos. Aunque se sabe que los disidentes de FARC del frente de “Jaime Martínez” tienen una notable presencia en las áreas rurales de Jamundí, la tercera brigada está actualmente investigando si este ataque es el resultado de un grupo delictivo común.
La corresponsal de , Carolina Boorquez, ha estado siguiendo este caso de cerca, reportando sobre el impacto que tiene este tipo de violencia en la comunidad y, sobre todo, en los jóvenes que buscan mejoras en sus vidas a través del deporte.
Todo este acontecimiento subraya la importancia de la seguridad en zonas donde se llevan a cabo programas transformativos para la juventud, resaltando la necesidad de un enfoque continuo en la protección de los menores y de iniciativas que promueven el deporte como un vehículo de cambio.