El emocionante clásico que tuvo lugar el domingo 11 de mayo de 2025 no solo fue un choque de titanes, sino que podría haber sellado el destino del título de Laliga EA Sports al FC Barcelona. En un partido vibrante y lleno de acción, el Barça logró superar al Real Madrid con un marcador de 4-3. Comenzando con un complicado inicio en el que el equipo blaugrana se vio abajo por 0-2, el encuentro culminó en un tiempo extra lleno de tensión, donde cada equipo tuvo oportunidades de anotar y cambiar el rumbo del partido. Al final, el Barça se mostró más resolutivo, agregando un quinto gol en una jugada que dejó a los seguidores visitantes boquiabiertos.

Este encuentro ha sido un gran golpe emocional y deportivo para los seguidores del Barça. A pesar de haber ganado recientemente la Copa del Rey, este triunfo les ha brindado una clara ventaja en la tabla de posiciones, manteniendo una diferencia de 7 puntos sobre su eterno rival, el Real Madrid, con solo 9 puntos restantes en juego. Si bien el calendario se presenta complicado para el Barça en las próximas jornadas, la moral está a su favor y habrá que observar cómo Carlo Ancelotti, técnico del Madrid, ajusta su estrategia después de esta derrota.

El partido en el Estadio Montjuïc fue un torrente de emociones, con un total de siete goles marcados, y aunque algunos fueron anulados, la dinámica del partido mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos. En este emocionante escenario, Kylian Mbappé destacó al lograr un ‘hat-trick’, lo que parecía situar al Real Madrid en una posición favorable. Sin embargo, el Barça ha demostrado en múltiples ocasiones su capacidad de superar adversidades, resurgiendo con fuerza cuando se encuentran contra las cuerdas.

La ansiedad en el campamento del Barça se hizo palpable, especialmente cuando la ventaja del Madrid empezó a generar presión. Víctor Muñoz, una de las jovenes promesas, falló un gol en una oportunidad clara, justo antes de que Mbappé anulara momentáneamente la defensa del Barça. Fue en ese momento que el equipo catalán reaccionó, marcando el tercer gol, obra de Fermín, que fue lamentablemente anulado por una mano previa. La incertidumbre en la decisión arbitral alimentó aún más la controversia que rodeó el encuentro.

Este vibrante clásico fue una verdadera celebración del fútbol, donde el dominio de la pelota cambió constantemente entre ambos equipos. A medida que el partido se acercaba a su fin, la tensión se intensificó, especialmente en los banquillos. Los jugadores, al borde de la celebración al anotar el 5-3, demostraron que el anhelo por el título estaba presente a cada momento.

La primera mitad del encuentro fue caótica, empezando con un magistral tiro penal convertido por Kylian Mbappé tras una falta de Wojciech Szczesny. Aunque el portero adivinó la dirección, nada pudo hacer para evitar que el balón cruzara la línea de gol. Sin embargo, en un giro inesperado, el Barça logró reaccionar rápidamente: Eric García resurgió de una esquina, y, con fuerza, anotó el primer gol que cambió el rumbo del partido. Su tanto llegó después de varias oportunidades perdidas, lo que revitalizó la confianza del equipo local.

Poco después, la magia de Lamine Yamal brilló con un increíble pase que facilitó el segundo gol, anotado por Raphinha, quien también brilló en el partido. Con este gol, los ánimos de la afición se dispararon, pasando de la tensión de verse abajo a la alegría de una remontada sin precedentes. Este Barça, acostumbrado a enfrentar adversidades, no solo se adaptó, sino que prosperó.

A lo largo del partido, las jugadas del Barça fueron más incisivas, como se evidenció en la acción entre Raphinha y Ferran Torres que culminó en el cuarto gol, generando una explosión de júbilo en Montjuïc. La primera parte culminó con un escurridizo 4-3 cuando Mbappé, nuevamente, parecía listo para anotar, pero su gol fue invalidado, dejando a los espectadores con la sensación de que el partido aún tenía más sorpresas por ofrecer.

El segundo tiempo mostró a un Real Madrid luchador, buscando recomponerse tras el duro impacto de la primera parte. Carlo Ancelotti trató de inyectar nueva energía a su equipo con cambios estratégicos, pero la fuerza del Barcelona fue mayor. La presión sobre el Madrid aumentó y, aunque comenzaron a crear oportunidades, fue el Barça quien tomó la ofensiva una vez más, poniendo a prueba al portero Thibaut Courtois con varios tiros peligrosos.

Desafortunadamente, la situación se tornó más complicada para el Barça cuando Pau Cubarsí, tras una jugada desafortunada, pidió cambio, y la defensa sufría ante un Madrid que buscaba el empate con determinación. Sin embargo, un error de Iñigo Martínez propició un increíble gol de Mbappé, quien finalmente logró marcar su ‘hat-trick’, aunque la celebración fue breve, ya que el equipo quería seguir luchando por un empate que nunca llegó.

Con varias oportunidades desperdiciadas y decisiones arbitrales discutibles, el partido finalizó en un intenso 4-3. El Barça, conduciendo el juego a su favor, logró dejar una huella significativa en la clasificación de Laliga. A medida que se acerca el cierre de la temporada, la rivalidad entre ambos equipos seguirá siendo el foco de atención, mientras los aficionados se preparan para más emociones en el futuro.

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