
Este martes se han completado ocho días de protestas por parte de empleados, asistentes, analgésicos, técnicos, soldadores, electricistas y personal general del sector de hidrocarburos. Estas manifestaciones han llevado a la paralización en áreas clave como Chichimene, Akacías y Castilla, ubicadas en las líneas Meli.
Desde que comenzaron el 21 de abril, los bloqueos han tenido un impacto significativo, afectando el derecho al trabajo de 3,741 personas, según Ecopetrol El Tiómpo. Estas son personas que trabajan tanto para los contratistas como para la reconocida compañía petrolera colombiana.
Imágenes de protesta de empleados de petróleo. Foto:Gracias a la amabilidad de Omar Castañeda
Aparte de ello, la compañía ha señalado que estas acciones están causando daños considerables a las empresas que proveen servicios y cuyos ingresos dependen de la continuidad de las operaciones. Esto ha sido reportado por la Cámara de Petróleo, Gas y Energía Colombiana (Campetrol).
Posición de Ecopetrol sobre las protestas
En Ecopetrol, manifiestan que los bloqueos están obstaculizando no solo el desarrollo normal de las operaciones sino también la implementación de proyectos en la región.
Campo petrolero de Chichimen, al final del día. Foto:Ecopetrol
Además, se están generando pérdidas económicas significativas para los municipios de Acacías, Guamal y Castilla la Nueva, que son cruciales tanto para el departamento de Meta como para el país. Cuando la producción se ve interrumpida, se disminuye también el ingreso por concepto de tarifas de licencia.
Origen de las protestas: exámenes médicos
El director de la Asociación de Empleados (Uso) en El Meta, Camilo Acero, ha indicado que las protestas en el sector de hidrocarburos tienen un origen claro: las empresas contratistas exigen a los trabajadores una serie de exámenes médicos, entre los cuales sobresalen las tomografías computarizadas (CT) y las imágenes de resonancia magnética.
Imágenes de protesta de empleados de petróleo. Foto:Gracias a la amabilidad de Omar Castañeda
Acero señaló que, dado que los contratos suelen durar entre dos y tres meses, los empleados se exponen a estos exámenes de radiación entre cuatro y cinco veces al año. Esto se convierte en un problema si los exámenes se realizan y el trabajador no es contratado. Si el empleado se dirige a otra empresa, tendrá que repetirse el examen, ya que la conexión laboral no está asegurada.
Acero también criticó esta situación al decir que “cuando las imágenes de resonancia magnética o las tomografías no salen bien, son contactados por la institución de salud (IPS) y se les exige a los empleados entre dos y cuatro millones de pesos para modificar el resultado.”
Imágenes de protesta de empleados de petróleo. Foto:Gracias a la amabilidad de Omar Castañeda
En resumen, un abogado de Acero menciona que los empleados están cansados de la constante exposición a la radiación y la extorsión. Por ello, se busca crear un espacio para el diálogo y la voluntad que permita regular estos exámenes y asegurar la conexión entre los trabajadores y las compañías petroleras.
Desde Ecopetrol se indica que estos exámenes son cruciales para evaluar la salud de los empleados y garantizar que pueden realizar su trabajo de forma segura, conforme a las disposiciones establecidas por la Resolución 2346 de 2007 del Ministerio de Protección Social, así como otros estándares aplicables.
Además, Ecopetrol confirmó que cada contratista cuenta con autonomía técnica y administrativa respecto a sus procesos de selección de personal.
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