
El próximo lunes, se iniciará formalmente un tercer debate respecto a la reforma laboral presentada por el gobierno de Petro que había quedado estancada hace aproximadamente dos meses en la Comisión VII. Esta actividad se llevará a cabo exactamente 33 días después de la conclusión de la actual sesión legislativa. La Comisión IV del Senado es la encargada de retomar este tema crucial que genera expectativas en gran parte de la ciudadanía.
La Comisión está compuesta por quince miembros y es presidida por Angélica Lozano, quien pertenece a Alianza Verde. Lozano declaró a que el compromiso del Parlamento fue retirar una reforma laboral que representa derechos fundamentales para los trabajadores y que también ha impactado a la generación de empleo en el país, destacando que esta situación no se mantiene en “el país”.
Una de las primeras acciones de la Comisión fue la designación de oradores que provienen de diversas fuerzas políticas: entre ellos se encuentran Juan Felipe Lemos, del partido “U”; Jhon Jairo Roldán, del partido Liberal; Aid Alalla, de Pacto Histórico; Carlos Meisel Vergara, del Centro Democrático; Carlos Abraham Jiménez, de Cambio Radical; Juan Samy Merehg, del partido Conservador, y Richard Fuelantala, del Partido Lay. Cabe destacar que la misma presidenta de la Comisión se incluirá en esta lista de oradores.
Según Lozano, las cinco semanas que aún están por delante en el Parlamento deberían ser suficientes para abordar las reformas y reconciliar decisiones que se tomen en la Cámara, siempre y cuando las fuerzas apoyen la apelación necesaria para permitir la reactivación de la propuesta del gobierno.
Es importante mencionar que el Secretario General aún no ha tomado una decisión respecto a la situación del Senado. La crítica también ha provenido del presidente Gustavo Petro, señalando que “aprobar reformas con leyes sin personas” es un retroceso para la democracia. En este contexto, desde China, Petro ha manifestado que se necesitará una consulta popular que aborde los problemas del modelo de salud en el país, al mismo tiempo que continuaba agitando la bandera de una movilización popular y ataques hacia el Parlamento.
A pesar de que el gobierno expresa la necesidad de realizar esta consulta, durante una conversación se reveló que el Ministro de Empleo, Antonio Sanguino, discutirá el proyecto revivido. Según Sanguino, existe una falta de “confianza total, en Cien por ciento, con lo que sucederá con la reforma.” Al respecto, mencionó que, tras enviar las reformas a la Comisión IV, muchos anticipan que podría ocurrir otro estancamiento de la reforma laboral.
El ministro también hizo una crítica hacia la mayoría de la Comisión IV, en especial hacia Efrain Cepeda y su grupo, señalando que ellos representan una mayoría de diez contra cinco. Esta afirmación ha suscitado dudas sobre la posible independencia de Angélica Lozano, quien, de acuerdo con Sanguino, “ha jugado con la oposición”.
Ministro Armando Benedetti en una consulta popular. Foto:Milton Díaz / Tiempo
El jueves, el presidente de la Asamblea y parlamentario del Senado Efrain Cepeda, de tendencia conservadora, mencionó que su partido está dispuesto a llevar a cabo reformas coherentes. Un tema clave que mencionó es el aumento en el pago de horas extras y del trabajo dominical, que constituye una de las principales promesas del gobierno para impulsar la consulta popular. Sin embargo, se destacó que dicha propuesta podría costar al país alrededor de 700 mil millones de pesos.
En términos de la relación entre esta Comisión y el gobierno, se recuerda que en diciembre de 2024 se archivaron reformas fiscales o leyes de financiamiento que fueron finalmente presentadas a todos los comités económicos del Parlamento.
Sin embargo, la votación que se llevó a cabo el miércoles último reveló un panorama que no es concordante con la visión de Sanguino. Los que se mostraron a favor de reabrir el debate fueron, entre otros, Juan Felipe Lemos y Carlos Abraham Jiménez, personajes que pertenecen a la oposición del gobierno. Las votaciones revelaron un panorama complicado con posibles siete votos que podrían estar en contra del gobierno.
Además, los argumentos presentados por Antonio Sanguino están basados en la presencia de dos senadores conservadores, dos del “U” y tres del Partido Liberal, lo que complica la dinámica dentro de la Cámara. Sin embargo, no todos los miembros del partido parecen estar alineados, y en algunos casos, se observa lo contrario.
Entorno en el Senado después de una votación de consulta popular. Foto:NOSTOR GOMEZ – TIEMPO
Para el partido “U”, se han implementado directivas que han llevado a Diela Liliana Benavides y Juan Samy Merheg a adoptar una postura particular respecto a la consulta. Aunque Benavides es reconocida por su cercanía al gobierno, se muestra reacia a dar detalles sobre su alineación.
Benavides, una de las tres parlamentarias conservadoras que representan a Carlos Andrés Trujillo, es conocida por su postura de no apoyar al gobierno en consultas. En cierta medida, prefiere evitar la presencia en el Parlamento para minimizar el apoyo a las iniciativas gubernamentales en favor de la oposición.
Es crucial observar que si se replica una directiva conservadora similar, la Comisión podría no gozar del respaldo a la iniciativa de reforma laboral. No obstante, es importante tomar en cuenta que Efrain Cepeda, quien es clave dentro de su partido, ha insistido en que se apoyarán reformas que promuevan la armonía.
El presidente del Senado, Efrain Cepeda, en el Parlamento, que discutió la consulta popular. Foto:Milton Díaz / Tiempo
En el contexto del partido “U”, los senadores también se posicionan de diferentes maneras. Juan Felipe Lemos, uno de los oradores, ha estado en oposición a la Comisión y ha manifestado críticas hacia la postura adoptada con respecto a la consulta. Sin embargo, al apoyar la apelación, se abre una oportunidad de diálogo acerca de posibles reformas. En su discurso posterior a su nominación, resaltó la importancia de abordar un proyecto constructivo: “Somos aplicados con un estado de ánimo constructivo, somos conscientes de la tierra y la responsabilidad que tenemos. Nuestro objetivo debe ser lograr reformas de reformas equilibradas que proporcionen la tierra mental”.
Por el contrario, John Moisés, un aliado de la condenada Musa Besila, es uno de los parlamentarios que se alinean con el gobierno de Petro. Su postura ha sido clara en cuanto al apoyo a la consulta, destacándose como figura clave en este proceso.
Los senadores liberales son los que en última instancia exhiben una lealtad hacia la línea oficial. Esta actitud fue evidenciada en el Parlamento el miércoles. Jhon Jairo Roldán, otro orador, se ubica cercano a la Comisión y ha respaldado las propuestas gubernamentales. Claudia Pérez y Laura Fortich también forman parte del grupo de seis parlamentarios del Senado cercanos a las iniciativas del gobierno.
MP del Senado Fabián Díaz en el debate sobre consulta popular. Foto:Milton Díaz / Tiempo
Asimismo, se identifican otros parlamentarios que se alinean con la Comisión. Aida Avella, del Pacto Histórico, es una figura notable, así como Paulino Riascos de Ada-Part, quien fue parte de una alianza de izquierda hasta hace pocos meses. A pesar de haber criticado al gobierno de Petro anteriormente, estuvo presente en el Parlamento durante la votación de propuestas gubernamentales.
Asimismo, se presentan situaciones complejas como las de Richard Fuelantalla y Angélica Lozano, ambos oradores en la Comisión. Mientras Fuelantalla ha respaldado algunas iniciativas del gobierno, sus decisiones no han seguido una línea estrictamente coherente. En el caso de Lozano, quien es vista como una parlamentaria independiente, enfatizó la necesidad de avanzar en reformas laborales. Expresó en el reciente debate que someter la consulta popular no necesariamente garantizaba que esta alcanzara el umbral mínimo para ser vinculante.
¿Cómo es la oposición?
El resto de los miembros de la Cuarta Comisión han adoptado abiertamente una postura opositora. En este grupo se encuentran figuras como Enrique Cabrales y Carlos Meisel del Centro Democrático, así como Carlos Abraham Jiménez y Carlos Mario Farelo, que pertenecen a Cambio Radical. Estos parlamentarios se han mostrado inflexibles en sus posiciones frente a la mejora laboral y la consulta, expresando su rechazo casi en bloque.
Los parlamentarios del Senado de Efrain e Iván Cepeda en el debate sobre consulta popular. Foto:Milton Díaz / Tiempo
Inicialmente se pensó que estos cuatro, junto con Juan Samy Merheg, negarían todo apoyo a la mejora laboral. Sin embargo, Meisel, quien se presentó como orador, no fue contundente en su rechazo hacia la iniciativa. “Recibo una nominación como orador de la reforma de la fuerza laboral. Con la educación y la dureza, haremos todo lo posible para aprovechar esta oportunidad para sacar reformas que fortalezcan la relación entre el empleador y el empleado que crea empleo y promueve proyectos”. Así lo declaró públicamente.
Este será el plan del proyecto
Desde el miércoles, Angélica Lozano delineó un plan sobre cómo implementar la reforma. A cargo del procedimiento del proyecto, realizó modificaciones a lo que previamente se había presentado en el Senado, pero mantiene la promesa de ejecutar el proyecto antes del 20 de junio.
Con este objetivo en mente, se ha compartido un plan en el que se estipula que el procedimiento debe comenzarse el lunes próximo con informes públicos. Los días martes y miércoles se dedicarán a la presentación del proyecto y, finalmente, el jueves se deberá entregar el texto formal de la reforma. El lunes siguiente se realizarán anuncios relevantes, y la aprobación en esta tercera discusión debería estar lista para el 30 de mayo. Este proceso se contempla en un marco de tres días que se anticipa por parte del diputado del Senado, para que el cuarto debate no se extienda de forma excesiva y no ponga en riesgo la conciliación entre los textos que deben aceptar tanto el Senado como la Cámara.
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El Senado revivió la reforma de la fuerza laboral y hundió la consulta. Foto:
Juan Sebastián Lombo Delgado
Político