La actriz recordada de Betty, la fea Raramente informó el momento en que le diagnosticaron cáncer de piel y cómo logró superarlo gracias a una intervención oportuna y su fe.

Una fotografía, un sangrado inexplicable y una advertencia oportuna fueron las señales que llevaron a Lorna Cepeda a descubrir que algo no estaba bien. Lo que parecía un lunar simple en la parte posterior terminó convirtiéndose en el diagnóstico más difícil de su vida: el cáncer de piel.

En una entrevista con el programa La redLa actriz Cartagena abrió su corazón y relató cómo uno de los capítulos más difíciles que ha vivido. Todo comenzó en 2016, cuando alguien cercano a él una herida sangrante en su espalda. Días después, al ver una imagen del topo que la niñera de sus hijos lo llevó, sabía que debía actuar. “Era algo desagradable, como un lunar. Pensé que era una verruga”, dijo.

Aunque trató de restar la importancia al principio, su intuición la llevó al dermatólogo. El especialista no dudó: pidió una biopsia urgente. El resultado fue claro y alarmante: cáncer de piel. “Fue doloroso y aterrador”, recordó Lorna.

La intervención médica fue inmediata. Fue eliminado por la luna cancerosa y, como medida preventiva, otros se retiraron. Hoy, su espalda mantiene las huellas de esa batalla: más de 25 cicatrices que está orgulloso. “Los amo porque me recuerdan que todavía estoy vivo”, confesó.

Pero su historia no solo está marcada por la ciencia, sino también por la espiritualidad. Cepeda dice que su fe fue su refugio. “Tenía una virgen y dije: ‘Dios mío, te doy esto. Si me dejas aquí, por favor déjame saludable’. Para mí, fue un milagro “, dijo.

Actualmente, la actriz vive en México con su esposo, Juan David, y celebra una nueva etapa en su vida a los 50 años: ser abuela. Más allá de su experiencia médica, su historia es un poderoso recordatorio de la importancia de escuchar el cuerpo, actuar a tiempo y no perder la esperanza.