
En una entrevista con El clima, el diputado del Senado Pedro Florez (pacto histórico), quien junto con Ariel Avil, presentó el informe sobre la reforma laboral que ha sido aprobada, compartió sus reflexiones sobre un día lleno de emociones que vivió recientemente en el Senado. Este día fue especialmente significativo, ya que se realizó una consulta popular y se abordaron temas relevantes sobre la reforma laboral en la Cuarta Comisión.
¿Cuál es su opinión sobre el día que vivió ayer en el Senado?
El día transcurrió de manera agitada y se vio marcado por eventos desafortunados, incluyendo algunas colisiones que no deberían haber ocurrido. Sin embargo, considero que lo más relevante no son estos incidentes aislados, sino los importantes acontecimientos que tuvieron lugar en medio de la deliberación. Uno de los aspectos más preocupantes fue que la democracia sufrió un duro golpe. La consulta popular que no prosperó es un claro ejemplo de la falta de desarrollo político dentro del parlamento de la República, especialmente en ciertos sectores políticos del país. La consulta popular es una herramienta legítima y constitucional respaldada por la Constitución de 1991. Aquellos que se consideran defensores de la democracia no deberían menospreciar los derechos fundamentales del ciudadano, ya que estos son asegurados por la participación civil reconocida en la carta magna. Este hecho constituye un ataque significativo a nuestra democracia.
El presidente Gustavo Petro pidió la caminata. Foto:NOSTOR GOMEZ – Tiempo / Oficina Presidencial
¿Quién es el segundo?
Otro hecho político relevante que tuvo lugar ayer fue la aprobación del informe de apelación que se presentó. Esto fue montado por el diputado del Senado Ariel Avila y mi persona, y fue apoyado por la mayoría para reiniciar la discusión sobre la reforma laboral, que ahora se trasladará al Senado de la República. Es importante resaltar que este evento no es trivial.
¿Por qué el hecho de que pierdas en el Parlamento se considere un acto antidemocrático, mientras que la aprobación de apelaciones, como las que acabas de mencionar, se considera democrático? ¿Cuál es la diferencia?
No hay diferencias. Participo en un consenso que indica que no estamos ante un simple tema de victoria o derrota, sino en la apertura de caminos para seguir garantizando los derechos laborales. No he afirmado en ningún momento que haya habido fraude, ya que no he sido testigo de acciones que sustenten tal acusación. Sin embargo, es verdad que algunas maniobras políticas dentro de la dinámica parlamentaria pueden ser válidas, pero eso reduce la legitimidad y la transparencia del proceso, especialmente cuando se rechazó la consulta popular. Esta situación fue reveladora; por ejemplo, la votación se cerró de forma abrupta, unos tres o cuatro minutos después, cuando usualmente se espera que dure hasta media hora. Se debía dar tiempo para que todos los parlamentarios escucharan la campana que indicaba el inicio del voto. Todo esto ocurrió en medio de un juego político que, repito, responde a los intereses de aquellos que ocupan escaños en el parlamento, y que han perdido credibilidad porque la consulta popular contaba con suficientes apoyos para prosperar.
¿Crees que fue una garantía esperar la campana y los 30 minutos cuando el ministro del interior, muy cerca de ti, golpeó la mesa y la diputada del Senado Maria José Pizarro debía llamar al Secretario General del Senado?
Primero que nada, creo que si la directiva del Senado hubiera estado dispuesta a garantizar la integridad del proceso parlamentario, se habría detenido la votación temporalmente para manejar la situación. Sin lugar a dudas, la junta presentó diversas circunstancias que facilitaron la dinámica del día.
El debate en el Parlamento estaba emocionado y duró más de 7 horas. Foto:Milton Díaz / Tiempo
¿Sobre eso más?
Tuvimos algunas conversaciones con el Ministro respecto a la apelación, aunque la fe en un compromiso real entre las fuerzas políticas y los parlamentarios era escasa. Esto se demostró por el hecho de que el comité de accidentes se estableció el 2 de abril, y hasta el 28 de abril, cuando el diputado del Senado Ariel Arm y yo estuvimos al frente de un periodo de más de 26 días en el cual no hubo invitaciones para que participáramos en la comisión. Decide presentar un informe positivo después de ese periodo. Pasaron 26 días, presenté el informe el 28 y solo fue discutido ayer en el Senado. Esto demuestra que, a pesar de ser un medio válido y legítimo para revivir el proyecto, la falta de compromiso y responsabilidad entre los distintos grupos parlamentarios ha sido una gran desconfianza para el avance de la reforma laboral.
Si el Departamento del Senado de la República está reformando el trabajo, que es la reforma del gobierno, y ha incluido muchos de los problemas abordados en la consulta, ¿sería prudente seguir exigiendo consultas?
A día de hoy, creo que el Parlamento tiene la obligatoria responsabilidad de aportar no solo a la reforma laboral, sino a garantizar los derechos de los empleados en nuestro país. Es vital que este debate se realice con rigor, porque es el Congreso el que dictará lo que considere apropiado, rechazando lo que no deba avanzar. En este sentido, la reforma del Senado podría diluir la fuerza de la consulta popular. No obstante, en otros aspectos, la importancia de esta consulta podría renacer, convirtiéndose en una reforma válida y legítima dentro del marco constitucional.
El ministro del interior, Armando Benedetti, condenando el fraude previsto. Foto:Archivo privado
¿Estás dispuesto a aprobar estos cambios? ¿Es posible obtener solidaridad?
Sí, estoy totalmente de acuerdo con esta necesidad de encontrar un equilibrio. La discusión no debe girar en torno a la victoria o derrota, sino alrededor de la defensa de los derechos laborales. Este debe ser el eje central de los intereses del Parlamento y del gobierno, priorizando los derechos de los trabajadores por encima de cualquier conflicto. En este sentido, considero que el gobierno ha enviado una señal positiva. Cuando decidió presentar un mensaje de emergencia en relación con un proyecto de ley antes de la apelación, esa es una apuesta clara que se realizó en el Senado y que surge del Partido Liberal. Es un momento crucial. Entonces, diputado del Senado Flores, le deseo un feliz día y agradezco por ilustrarnos sobre la situación actual. Espero que lo mejor para la reforma laboral llegue, en beneficio del país y, por supuesto, del parlamento. Saludos, en nombre del Senado. Estoy siempre agradecido por la invitación y preparado para contribuir en los espacios que nos ofrecen.
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