
La Musurunakuna New Men’s Cultural Foundation celebró con gran orgullo su número 34 de participación en el Carnaval, considerado como la fiesta infantil más grande del suroeste colombiano. Este evento no solo es una explosión de color y alegría, sino que también reafirma el compromiso de la Fundación con la formación artística y cultural de la niñez en Pasto. La relevancia de esta festividad radica en su capacidad para unir a comunidades, celebrar tradiciones y fomentar un sentido de pertenencia entre los más jóvenes.
La Fundación, que ha estado activa durante 34 años en la Ciudad de la Escuela Pasto, ha visto una participación ininterrumpida de niños provenientes tanto de instituciones educativas oficiales como de escuelas privadas en la ciudad. Esto demuestra la fuerza de su misión educativa y cultural, que ha sido liderada por el maestro Jorge Arturo Bravo, quien se desempeña como director ejecutivo de la Fundación. Su dedicación ha sido fundamental para mantener viva la esencia del carnaval a lo largo de los años.
“El carnaval es una semilla que sembramos en cada niño y niña para que crezcan en ellos el amor por nuestras raíces culturales. Es una experiencia que transforma y forma la ciudadanía del arte, la creatividad y la identidad”, expresó Jorge Arturo Bravo, quien ha estado al frente de este proceso desde su inicio. Sus palabras resaltan la importancia de cultivar en los niños un profundo respeto y aprecio por su cultura, lo que a su vez les ayuda a entender su identidad en un mundo cada vez más globalizado.
El objetivo principal de la Fundación ha sido no solo despertar la curiosidad en los pequeños, sino también promover el respeto y la valoración de esta manifestación cultural. Esto es lo que hace que la Fundación Musurunakuna sea, en realidad, una verdadera escuela de carnaval. Muchos de los niños, que comienzan en el extremo del carnaval formando parte de los grupos coreográficos de “Song to the Earth”, se han presentado en cada celebración que se lleva a cabo el 3 de enero. Esta tradición no solo contribuye a su desarrollo artístico, sino que también les brinda un sentido de comunidad y pertenencia.
Este año, el colectivo coreográfico titulado “El legado de la Gran Gran Gran Grandmother Mercedes Muñoz” estuvo compuesto por estudiantes talentosos de instituciones como la ciudadela educativa de Pasto, Liceo La Merced Maradíz, el Instituto Inmaculado, Champagnat y Lyceum de la Universidad de Nariño. Gracias a su creatividad, compromiso y alegría palpables, los niños recibieron un merecido reconocimiento por parte de los organizadores del Carnaval. Este tipo de reconocimiento no solo les motiva, sino que también cimenta su afición por el arte y la cultura.
No cabe duda de que la Fundación Musurunakuna ya está en plena preparación para lo que será una celebración muy especial: su 35ª participación en este evento que ha marcado significativamente la vida de diversas generaciones y ha sembrado en el espíritu de la juventud un sentido de orgullo hacia nuestras tradiciones. Con cada paso en este carnaval, se extiende una rica herencia cultural que seguirá resonando por muchos años más.