
En el departamento de Magdalene, los productores de leche de la compañía Kolechera se encuentran enfrentando una situación crítica. Se sienten ahogados por las deudas acumuladas, y expresan que la carga financiera se ha vuelto insostenible. Según ellos, el atraso en los pagos por parte de Kolechera ha sobrepasado los niveles de solidaridad que existían previamente entre la empresa y sus proveedores. Esta falta de cumplimiento con las obligaciones financieras ha generado un clima de incertidumbre y desconfianza que afecta a todos los involucrados.
La economía solidaria siempre ha sido un pilar fundamental en las comunidades de esta región. La Compañía Coolecher ha intervenido en Barranquilla en un intento de estabilizar la situación económica de la zona. Sin embargo, este apoyo ha sido cuestionado debido a la acumulación de pérdidas que ha llevado a la reducción de activos. Como consecuencia, las cuentas por cobrar han aumentado significativamente y, al mismo tiempo, las cuentas pagadas también han experimentado un crecimiento, lo que resalta una falta de equilibrio financiero que no es sostenible a largo plazo.
No obstante, los agricultores de la región se sienten atrapados en medio de esta crisis. A pesar de los problemas financieros y de que los pagos por la leche no se han hecho de manera puntual, afirman que la recolección de leche por parte de la compañía sigue llevándose a cabo de manera habitual. Esto pone de manifiesto la resiliencia de los agricultores que, a pesar de enfrentar dificultades, están comprometidos con mantener la producción y la entrega de su producto.
Francisco Orozco, un agricultor procedente de Magdalene, compartió su experiencia con los medios de comunicación, destacando las dificultades que han enfrentado. “Tengo dos rusters retenidos desde el año pasado”, confesó Orozco. A pesar de esto, enfatizó que sería desleal abandonar la empresa en este momento crítico. “Hicimos que se llamara confianza con su historia”, añadió, resaltando la relación de confianza que ha existido entre los agricultores y la empresa a lo largo del tiempo. Este sentido de comunidad y lealtad es lo que hace que muchos productores sigan apoyando a Kolechera, incluso cuando la situación parece desfavorable.
En resumen, la situación actual en el departamento de Magdalene plantea serios desafíos para los agricultores y la compañía Kolechera. A medida que lidian con deudas acumuladas y la incertidumbre financiera, es vital que se busquen soluciones viables que permitan restablecer la confianza y asegurar el bienestar de los productores de leche en la región. La economía solidaria, que ha sido una fuente de apoyo, se encuentra en una encrucijada, y todos los actores involucrados deben trabajar juntos para encontrar un camino hacia la estabilidad y la prosperidad.