
Desde el año pasado, este proceso millonario ha sido objeto de atención debido a la constante “obsesión” del ex director del partido, Ludwig Valero, quien había manifestado su intención de mejorar la situación a través de una subasta pública. Su objetivo era revitalizar un proceso que ha estado plagado de críticas relacionadas con la corrupción y la baja calidad de los servicios.
No obstante, el 12 de marzo, durante un momento clave de la licitación, se le solicitó la renuncia. Aunque las razones no fueron del todo claras, se ha mencionado que su salida podría estar relacionada con la intervención del senador liberal Miguel Ángel Pinto, quien lideró el proceso que culminó con la caída de la reforma laboral presentada por el presidente Gustavo Petro.
¿Qué ocurrió con USPEC?
La presión sobre USPEC fue evidente, especialmente ante las quejas surgidas debido a Armando Benedetti.
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Los servicios penitenciarios son vitales para la salud y la infraestructura de los centros de reclusión en el país, siempre con la intención de optimizar la burocracia. Sin embargo, fuentes confiables informan que había altos riesgos asociados a algunas posiciones clave, no solo para Pinto, sino también para el senador Fabio Amin, también del Partido Liberal.
Este año, la presión sobre el control de la unidad se ha intensificado, con un presupuesto cercano a los dos mil millones de pesos. El director de DAPRE, Angie Rodríguez, y Benedetti han ejercido presión directa sobre Buitrago para que se concrete la salida de Valero.
La salida de Valero no fue la única en esta serie de cambios. En los días posteriores, se acordó la reestructuración de dos de las posiciones más críticas dentro de la unidad: el director administrativo y el financiero, Juan Carlos Barragán, junto con el jefe del bufete de abogados, Sergio Andrés Agón.
Según Buitrago, Benedetti lo había presionado para que “inmediatamente” tome a Valero.
Respecto a las nuevas designaciones, Naslly Esperanza Fonseca asumió la política de gestión junto a Fabián Alberto Beltrán como jefe legal. Hasta la fecha de este reporte, no se han hecho públicas las identidades de los nuevos funcionarios que también ocuparían posiciones clave.
Contratos millonarios y un presupuesto atractivo
Aunque el presupuesto de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (USPEC) no es el más elevado del estado, su monto no es trivial. Solo el acuerdo para suministro de alimentos representa 946 mil millones de pesos, lo cual equivale al 49 por ciento de todo el presupuesto asignado a esta unidad para el año 2025, calculado en 1.9 mil millones de pesos.
El hecho es que, a pesar de que este proceso apenas ha comenzado, USPEC ha reportado un aumento del 16 por ciento en sus costos operativos debido a esta partida. A su vez, el Ministerio de Finanzas anunció que solo el costo laboral para los 508 funcionarios equivale a 40 mil millones de pesos. Esto expone la carga financiera que asume la unidad en términos de salarios.
El plan para la unidad en 2025, conocido por la Unidad de Datos , revela que la nómina de USPEC se distribuye entre 12 directores, cuatro consultores, 116 expertos, 70 técnicos, y 99 servidores a nivel operativo. Todos estos, considerando solo el salario básico sin incluir primas, suman recursos por 183 millones de pesos mensuales.
Los costos laborales del USPEC se elevan a 40 mil millones de pesos para este año.
Comida: un constante tema de evaluación
El suministro de comida en las prisiones es criticado severamente por “violar el derecho a la alimentación”, según la oficina del defensor de derechos.
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El aspecto financiero de USPEC está profundamente ligado a los contratos. Datos disponibles del portal de transparencia indican que solo en 2023 se han firmado contratos por un total de 1,600 millones de pesos, y para 2024 se prevén recursos por 450 mil millones de pesos.
Sin embargo, este proceso de licitación ha sido cuestionado frecuentemente. Grupos como la Corporación Internacional Anticorrupción (Coraci) han manifestado que los procesos de contratación en prisión suelen estar dominados por los mismos grupos y empresas, lo que genera un círculo vicioso de ineficiencia y corrupción.
Aún más preocupante es que para el 2025, varios de los mismos contratistas que participaron en 2024 están llamados a presentarse nuevamente, incluyendo Union MacSol y Ardiko A&S.
Además, el Defensor del Pueblo ha persistido en exigir mejoras en los servicios alimentarios que se describen como “inhumanos”. En promedio, el costo de alimentación es de 16,626 pesos, lo que claramente es inferior al costo de viveres en Bogotá, que incluye desayuno, almuerzo y cena, junto con bocadillos.
El agente ha señalado que esto constituye una “violación flagrante del derecho fundamental a la alimentación” de los reclusos, ya que la “seguridad alimentaria” no se está garantizando por la mala infraestructura de los comedores, así como por la falta y mal estado de los equipos de cocina y almacenamiento.
Hay incertidumbre sobre si, con este nuevo contrato que pronto se implementará, las condiciones del servicio mejorarán de alguna manera.
Una unidad que busca optimizar el presupuesto
La unidad, asociada con el Ministerio de Justicia, fue creada bajo el decreto 4150 de 2011 con el objetivo de administrar los servicios penitenciarios y correctivos que supervisa INPEC, como se menciona en el documento.
Desde su fundación, el sector penitenciario ha lidiado con problemas de corrupción, lo que ha complicado la gestión. Este contexto ha llevado a la condena de Luis Enrique Murallas Gutiérrez, un teniente de INPEC, por conexiones con redes de corrupción que exigían pagos a cambio de acceso a las prisiones en el circuito de justicia penal de Bello, Antioquia, en 2011.
Innovaciones dentro de USPEC que buscan optimizar el funcionamiento.
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Iván Unigarro Dorado, experto en gestión pública con un máster en Derecho Público, explicó a El Panorama que las acciones recientes y sus impactos repercuten en USPEC, así como en los contratos vinculados.
“Los servicios provistos por esta unidad son cíclicos y se presentan cada dos a tres años. Esto no es novedad. El contexto es lo que define el funcionamiento de USPEC, que fue estructurada en respuesta a la problemática en INPEC durante el mandato de Juan Manuel Santos”, afirmó Unigarro. La unidad fue creada para llevar a cabo una clara separación de funciones durante la gestión penitenciaria según las normativas vigentes.
Los insumos manejados incluyen alimentos, colchones y ropa, entre otros elementos esenciales para el funcionamiento de las cárceles. Esta medida busca mejorar la eficacia en la gestión centralizada de las adquisiciones, como añade el experto.
“Los ejecutivos son quienes manejan la cantidad más significativa de los recursos. Una unidad como USPEC, que administra miles de millones de pesos, resulta intrigante porque sus recursos son líquidos”, expone el especialista, quien señala que esta situación la distingue de otras unidades administrativas con presupuestos menos dotados. Esta liquidez se refiere al efectivo disponible, lo que es crítico para el funcionamiento de las cárceles.
Sin embargo, el experto también advierte sobre las complejidades inherentes a la provisión de servicios de alimentación, fundamentales para la gestión del presupuesto, a causa de las variadas condiciones en los diferentes centros penitenciarios.
A medida que la situación se desarrolla, los conflictos políticos entre el ex Ministro de Justicia y Armando Benedetti, el actual Ministro del Interior, han planteado interrogantes sobre la transparencia del gobierno. En términos de consecuencias legales, podrían surgir quejas penales y disciplinarias relacionadas con conductas inapropiadas o vulneraciones a la ética pública.
Así, a medida que la gestión de USPEC continúa, la atención pública se centra no solo en la lucha contra la corrupción, sino también en los desafíos que enfrenta la administración penitenciaria y la provisión de servicios adecuados para los internos.