
La investigación llevada a cabo por la Asociación Penal de la Corte Suprema se vio complicada por la necesidad de analizar el posible costo de adquisición de terrenos en los que actualmente se encuentra en funciones la estación de policía de Pereira, bajo la administración de Juan Pablo Gallo, actual senador del Partido Liberal. Esta indagación ha tomado un tiempo considerable, ya que el proceso se extendió por un periodo de nueve años. Los comisionados del condado finalmente concluyeron que el precio que se pagó por la propiedad estaba dentro de los valores de mercado, y que no hubo daño alguno al patrimonio público.
Nueve años paso a paso
La historia de este caso empezó en septiembre de 2016, cuando un exfuncionario del antiguo Pereira presentó una queja que señalaba un posible sobreprecio en la adquisición de la propiedad ubicada en la carrera Novena con 10. Según la acusación, se alegó que la oficina del alcalde al mando en ese momento, Juan Pablo Gallo, habría pagado un monto superior al adecuado, lo que supondría un perjuicio para la propiedad pública de la ciudad.
Pereira, una ciudad en constante evolución. Foto:Istock
Desde aquel momento, el caso ha sido objeto de múltiples investigaciones y análisis. En los primeros informes, se encontraron disparidades en los valores estimados provenientes de estudios privados y registros catastrales, que fluctuaban entre 650 y 1.2 mil millones de pesos. La Corte Suprema, en un intento por esclarecer esta situación, ordenó una evaluación adicional realizada por sus propios expertos, buscando conciliar las diferencias presentadas en informes previos.
Juan Pablo Gallo, un representante del Partido Liberal en el Senado Foto:Universidad gratis
El desarrollo del estudio fue lento, en parte debido a la situación del exalcalde, quien en 2018 tomó una posición que le otorgó la protección de la Corte Suprema. Esta jurisdicción amplió la revisión a la Corte Suprema y facilitó la toma de decisiones.
Los evaluadores confirman que no hubo pagos excesivos
Entre los cinco estudios que se consultaron, se determinó que la valoración variaba entre 1.575 y 2,377 millones de pesos. En respuesta a esta variabilidad, el tribunal presentó un sexto informe, en el cual, tras realizar un análisis en conjunto con regulaciones urbanas y la singularidad del terreno, se estableció un valor de mercado de 2,998 millones de pesos.
Sala de justicia. Foto:Tiempo
El precio final acordado por la tierra fue de 2.200 millones de pesos. Al comparar ambas cifras, los magistrados concluyeron que el monto efectivamente pagado estaba por debajo del valor de mercado estimado, excluyendo todas las primas. En los términos del fallo, se afirmó que “el precio fue incluso más bajo de lo que se estimó inicialmente y también inferior al precio calculado por los expertos que los jueces designaron”.
En la votación final, seis de los comisionados del condado apoyaron el caso. Aunque un voto minoritario expresó dudas sobre la metodología de algunas auditorías, esto no impactó la decisión mayoritaria adoptada por el tribunal.
Cierre sin cargo y sin procedimiento
Con el fallo de la Corte Suprema, el exalcalde Gallo es absuelto de cualquier posible responsabilidad penal relacionada con este asunto. “En el caso del hecho de que fue investigado, se dificulta formalmente la apertura del estudio contra Juan Pablo Gallo”, concluye la decisión. Además, no hay procesos disciplinarios o fiscales abiertos para reconsiderar el acuerdo de compra.
Seis de siete magistrados apoyaron la inhibición del caso. Foto:Juan Pablo Gallo Press
La documentación confirmada indica que el valor pagado por la estación de policía efectivamente corresponde a su precio de mercado real.
Ya había una investigación adicional contra el senador
El 26 de marzo de 2025, la misma sala de la Corte Suprema que obstaculizó la investigación contra Gallo, en este caso por presunto enriquecimiento ilegal en la compra de un apartamento en el barrio de Pinamar de Pereira. En esta ocasión, la Corte Suprema revisó documentos y opiniones de expertos desde 2016 hasta 2021 para determinar si el precio pagado, de 400 millones de pesos, abonados en dos cuotas, se ajustaba a los precios reales del mercado.
El senador había sido señalado por adquirir activos a costos por debajo de lo habitual, utilizando recursos oficiales para cubrir parte del pago. Además, su nombre había aparecido en un escándalo juvenil, donde aún se investigan las posibles irregularidades en la contratación de varios parlamentarios.
La Corte llegó a la conclusión de que el origen de 200 millones de la primera cuota fue justificado por un pariente de familia y que no existía un aumento injustificado en su patrimonio. Con esta decisión, las investigaciones criminales y el proceso disciplinario fueron abruptamente detenidos, similar a lo sucedido con la compra de la estación de policía.
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