
La dinámica entre el presidente Gustavo Petro y su colaborador más leal, Gustavo Bolívar, está atravesando por un momento de tensión notable. A medida que los dos se enfrentan a diferentes desafíos dentro de la administración, su relación ha sido puesta a prueba, lo que ha llevado a varios episodios de desacuerdo, siendo el más reciente el ocurrido el pasado viernes en Catatumbo. Este incidente refleja no solo la complejidad de sus interacciones, sino también las tensiones políticas que existen en el seno de su gobierno.
El desencadenante de este conflicto fue la intervención de Bolívar, quien expuso las iniciativas de su oficina en relación con la cruda situación humanitaria que enfrenta la región de Catatumbo. En un giro inesperado, el presidente Petro decidió romper con la agenda preestablecida y cuestionar de manera directa la presencia de Bolívar, recordándole que había presentado su renuncia, misma que sería efectiva a partir del 14 de mayo. A pesar de esta renuncia, se esperaba que asistiera a eventos oficiales hasta esa fecha, lo que añade una capa de incertidumbre a su posición.
Gustavo Bolívar, Director de Prosperidad Social. Foto:La oficina presidencial de la república
“Rompo el programa porque no lo creo, Gustavo Bolívar y otros colegas”, fueron las palabras de Petro, estableciendo un claro punto de desacuerdo. Adicionalmente, se refirió a aquellos que han renunciado: “Los que renunciaron, renunciaron. No se puede confundir”. Aunque no se mencionaron nombres explícitamente, el contexto dejaba claro que el mensaje tenía como destinatario directo a Bolívar, quien no es ajeno a las críticas del presidente.
La tensión entre ambos parece estar en aumento desde hace tiempo. La primera señal de esta fractura se dio el 4 de febrero, durante una reunión del Consejo de Ministros, cuando Bolívar expresó críticas hacia la inclusión de Armando Benedetti y Laura Sarabia en el gobierno. No obstante, en un intento por afianzar su lealtad, el Director de Prosperidad Social se dirigió a Petro en términos emotivos: “Apostamos en este proyecto, sacrificamos tantas cosas porque amamos esta tarea. Te amo, presidente, y estaré contigo hasta el último día, pase lo que pase”.
Gustavo Bolívar – Gustavo Petro Foto:Prosperidad Social – Oficina Presidencial
Sin embargo, esta lealtad no ha sido suficiente para calmar las aguas. Durante el Consejo de Ministros del 11 de marzo, el presidente reiteró una postura crítica hacia Bolívar, aludiendo a lo que percibe como un enfoque neoliberal en la gestión del DPS. Esta crítica indica que la brecha entre ellos se ha ampliado, evidenciada incluso en su lenguaje corporal y la forma en que mantienen la distancia física en estos encuentros.
Presidente Gustavo Petro Foto:Cesar Carrió / Oficina Presidencial. Ete
Para Gabriel Cifuentes, un reconocido analista, es evidente que el presidente ha tomado distancias de Bolívar desde su renuncia en el Consejo de Ministros. Existen especulaciones de que su confrontación está vinculada a las aspiraciones presidenciales de Bolívar, quien, a pesar de las encuestas que lo colocan favorablemente, podría ser visto por Petro como un obstáculo para sus ambiciones de reelección.
A lo largo de este periodo, Petro ha ido en busca de otras formas de fortalecer su posición política. Ha instado a Bolívar a no abandonar su cargo, aunque este parece haber optado por hacer caso omiso a sus sugerencias. La tensión ha alimentado debates sobre la dirección que tomará el liderazgo de Petro al final de su mandato. Según Juan Federico Pino, especialista de Flacso Ecuador, las acciones de Petro son un claro indicador de la clase de liderazgo que busca establecer en esta fase final de su gobierno, al mismo tiempo que evita la creación de fricciones internas dentro de su movimiento.
¿Política?
Algunos analistas creen que la actitud de Petro puede estar disimulando una estrategia para distanciarse de Bolívar. Dado que este último es considerado un fuerte candidato dentro del Tratado Histórico, Petro podría estar buscando fortalecer su propia base de poder y despejar cualquier posibilidad de que Bolívar desplace sus objetivos políticos.
A pesar de esto, otros, como Jorge Iván Cuervo, profesor en la Universidad External, sostienen que Bolívar es el aliado que ha mejor entendido y reflejado la visión del presidente. Según él, Petro proclama un deseo de lograr mayor control y alejarse de aquellos que le son más cercanos, una táctica que podría ser riesgosa en un momento donde la cohesión es necesaria.
La defensa con Bolívar
El malestar entre ambos ha llevado a que personajes dentro del Tratado Histórico defiendan a Bolívar. La afirmación de que los militantes de Colombia Humana sienten que las críticas de Petro son desmedidas y personales revela el apoyo que Bolívar ha cosechado a través de su lealtad al proyecto político de la administración actual. Dentro de este marco, varios políticos del lado izquierdo han expresado su descontento por el tratamiento que recibió el director de Prosperidad Social, resaltando la importancia de su papel en el avance del proyecto Petraista.
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Colombia en 5 minutos. Foto:
Juan Sebastián Lombo Delgado
Político