
La Comunidad Barrio de El Bosque, en la ciudad sur de Barranquilla se encuentra sumida en un doloroso proceso tras la trágica muerte de un niño que ha tenido un amplio eco social y mediático durante un año y medio en Invasión de Villa Caracas. Este angustiante caso ha revelado no solo la vulnerabilidad de los niños en ciertas áreas, sino también la falta de protección y justicia que existe en algunas comunidades.
Las primeras informaciones indican que una niña se convertiría en la víctima de un caso brutal de violencia sexual, un tema que, lamentablemente, sigue presente en muchas partes de nuestro país.
El reporte acerca de este terrible suceso llegó a la policía metropolitana de Barranquilla alrededor de las 7:00 del viernes 25 de abril, gracias a los Funcionarios del Hospital Nazaret. Este tipo de llamados son cada vez más comunes, lo cual plantea serias preguntas sobre la seguridad de los menores en entornos no seguros.
Unos minutos antes, el Centro de Salud había recibido a un niño, que fue identificado como Ashly Sofía Castillo Durán, de apenas un año y nueve meses. La triste noticia fue que su deceso fue supuestamente confirmado por causas vinculadas a la “violencia sexual”.
Foto de archivo. Foto:Nérstor Gómez
Ante la gravedad de la situación, la policía se trasladó rápidamente a la vivienda ubicada en la mesa Humber, específicamente en el cruce de 63b Street con carrera 9 m, en el sector de Villa Caracas. Los agentes se dedicaron a obtener información esencial de los vecinos para intentar desentrañar lo que había sucedido en ese trágico momento.
Los primeros testimonios indican que alrededor de las 5:30 de la mañana, la madre y la abuela del niño se percataron de que algo no estaba bien, ya que la niña no presentaba signos vitales.
Protesta con juguetes contra el abuso sexual de menores. Foto:César Melgarejo. Tiempo
De manera desesperada, se comunicaron con Edison Fernández Barroso, conocido popularmente como guajirito, quien es la abuela del niño. Según relatos, él les proporcionó el dinero necesario para llevar a la niña al hospital, gesto que refleja la unión familiar en momentos críticos, aunque también pone en relieve la falta de recursos en las comunidades más vulnerables.
Las autoridades están a la espera del testimonio de la abuela, pues se espera que pueda ofrecer información detallada sobre los trágicos eventos que ocurrieron en su hogar, además de posibles pistas que podrían ayudar en la investigación y en el esclarecimiento de lo sucedido.