
La atmósfera en Barranquilla se vuelve electrizante con los fanáticos colombianos que viven en un día histórico en el metropolitano Roberto Meléndez durante la reunión crucial contra Bolivia
La capital del Atlántico respira fútbol en cada esquina, mientras que miles de fanáticos de Tricolor se reúnen alrededor del estadio metropolitano para seguir al equipo nacional colombiano en una noche que puede definir la clasificación de la próxima Copa Mundial. Las calles Barranquilla han sido tomadas por una marea amarilla que canta, baila y celebra de antemano lo que puede convertirse en una clasificación histórica para el tricolor nacional.
La pasión tradicional de fútbol por los costeños se siente fuerte en todos los sectores de la ciudad, donde los restaurantes, bares y espacios públicos se han convertido en centros de reuniones para vivir colectivamente este momento trascendental. La energía infecciosa que caracteriza a Barranquilla en las noches internacionales de fútbol se ha multiplicado exponencialmente en la posibilidad de sellar matemáticamente la proporción de la Copa Mundial, que crea una atmósfera única que refleja la importancia de esta reunión para las reuniones deportivas en un país entero que sueña con brillar nuevamente en una Copa Mundial.