La crisis entre India y Pakistán ha alcanzado un nivel de tensión sin precedentes, tras la reciente decisión del Comité de Seguridad Nacional en Pakistán (NSC), liderado por el primer ministro Shehbaz Sharif. Este comité otorgó a las fuerzas armadas de Pakistán el mandato para responder adecuadamente a lo que describieron como una “agresión india”. Este anuncio fue realizado después de una reunión de emergencia, que se convocó en respuesta a los bombardeos efectuados por la Fuerza Aérea de la India en la región de Cachemira, considerada una de las áreas más conflictivas del mundo. La escalada está resultando cada vez más peligrosa: Pakistán está reaccionando fuertemente a los ataques indios en Cachemira.

En una declaración oficial, el gobierno paquistaní afirmó: “El ejército tiene la libertad de tomar las medidas necesarias para defender la soberanía nacional”. Este comentario refleja la gravedad de la situación actual e indica un escalamiento militar potencial que podría tener consecuencias devastadoras para ambos países.

Desde la perspectiva india, los ataques fueron justificados como parte de una operación contra llamados “campos terroristas”, mientras que Pakistán denunció la reciente pérdida de 26 vidas civiles, incluidos dos niños, además de la destrucción parcial de la presa Neelum-Jelum. En respuesta, Pakistán alegó haber derribado cinco aviones de combate indios, así como un dron enemigo, asegurando que su capacidad defensiva no se verá comprometida.

Docena de aviones muertos y desgarrados: la escalada se vuelve fatal

La violencia ha alcanzado nuevos límites, marcando un aumento significativo en los intercambios de fuego de artillería y ataques aéreos de ambos lados en la disputada región de Cachemira. Las cifras preliminares indican al menos 26 muertos en el lado pakistaní y 12 en el lado indio, además de reportes de más de 60 heridos, tanto civiles como militares. Esta escalofriante cifra revela una situación altamente inestable y volátil.

India ataca el territorio de Pakistán con misiles. Escalada peligrosa: Pakistán responde a los ataques de la India en Cachemira.

India, por su parte, argumentó que su intervención destruyó nueve campamentos yihadistas que supuestamente pertenecían a Lashkar-e-Taiba, el grupo al que se le atribuye el ataque mortífero del 22 de abril en Pahalgam, que resultó en la muerte de 26 personas, en su mayoría turistas. Pakistán ha desmentido cualquier implicación en ese ataque y ha solicitado una investigación internacional y transparente sobre los eventos en curso.

En medio de esta agitación, Islamabad ha caracterizado los actos de la India como “cobardes” y “no justificados”, mientras que las autoridades del gobierno de Narendra Modi aseguran que “la amenaza ha sido neutralizada”.

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El fantasma de una alarma nuclear a la comunidad internacional; Escalada peligrosa: Pakistán responde a los ataques de la India en Cachemira

Las organizaciones como la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) advierten que un conflicto a gran escala entre India y Pakistán podría tener consecuencias trágicas. “Un intercambio nuclear causaría millones de muertes inmediatas y alteraría el equilibrio climático y alimentario del planeta”, afirmó Melissa Parke, CEO de ICAN. Este tipo de advertencias subrayan la gravedad de la situación y la urgencia de una intervención internacional.

En consecuencia, se espera que los poderes internacionales, incluidos Estados Unidos, China, Rusia y el Reino Unido, respondan pronto a esta escalada. Todos han pedido moderación en las acciones de ambos países y han ofrecido mediación para evitar un desenlace catastrófico. La ONU también ha sido convocada para actuar y prevenir una guerra entre dos naciones poseedoras de armas nucleares y que comparten una historia de conflictos que data desde su independencia en 1947.

Al mismo tiempo, el conflicto se intensifica tanto en el ámbito del campo de batalla como en el diplomático, con el riesgo de tensar MÁS aún las relaciones debido a las disputas por el suministro de agua entre las dos naciones, así como las acusaciones que surgen en foros internacionales que complican aún más la situación actual.