
Xiao Chen tenía todo listo para comenzar sus estudios en Michigan. Su visa fue rechazada sin explicaciones. Al igual que ella, miles de jóvenes chinos se encuentran con un panorama incierto después de la decisión de los Estados Unidos de “recordar agresivamente” la visa de estudiante. Entre el rechazo y la sospecha: los jóvenes chinos pierden terreno en los Estados Unidos y China.
El argumento de la administración Trump, que mantiene el gobierno de Biden, es claro: sospechan posibles vínculos con el Partido Comunista Chino o con sectores estratégicos como la ciencia y la tecnología. Sin embargo, no han definido lo que se considera una “conexión peligrosa”.
Este ajuste se encuentra con una sociedad con más de 280,000 estudiantes chinos en los Estados Unidos. Uu. La desconfianza y las restricciones han provocado que muchos consideren alternativas en Europa o incluso regresen a China.
Rechazado en su propio país; Entre el rechazo y la sospecha: los jóvenes chinos pierden terreno en los Estados Unidos y China
Volver a casa tampoco representa una solución. Lo que anteriormente era una razón para el orgullo: han estudiado en una universidad de élite en los Estados Unidos. – Ahora genera sospechas en el mercado laboral chino.
Varias compañías estatales y privadas han declarado que no contratarán a los que tienen títulos extranjeros. Algunas figuras influyentes, como la empresaria Dong Mingzhu, incluso han afirmado que estos jóvenes podrían ser espías.
El rechazo silencioso de los empleadores y colegas, que aumentó el aumento de las campañas oficiales contra las “influencias externas”, deja a muchos académicos en una situación profesional incierta.
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El futuro incierto de una generación capturada en la Guerra Fría de la década de 2000
La juventud china que anteriormente soñó con una carrera internacional ahora siente esquinas. El miedo, la decepción y la impotencia son sentimientos comunes entre los que invirtieron años en su educación académica en el extranjero.
Los investigadores con referencias impecables son rechazados por las universidades estadounidenses. Los maestros admiten que los estudiantes chinos ya no están entrevistando. Aquellos que logran ingresar cumplen con la amenaza de ser deportados sin previo aviso.
Mientras tanto, en China, los jóvenes son vistos sospechosamente. El contexto político ha erosionado la confianza tanto en Oriente como en Occidente y ha dejado a toda una generación en un limbo sin seguridad ni oportunidades claras.