
Cada 6 de septiembre, el calendario nos invita a reflexionar sobre una condición visual que afecta a millones de personas en el mundo: el daltonismo. Esta fecha no fue elegida al azar. Coincide con el nacimiento de John Dalton, el científico británico que describió por primera vez este cambio en la percepción del color en el siglo XIX, en función de su propia experiencia.
Dalton no solo identificó el fenómeno, sino que también sintió su origen hereditario. Más de 150 años después, Genetics confirmó su hipótesis. Hoy, su herencia aún está en vigor en cada diagnóstico y en cada avance que intente mejorar la calidad de vida de aquellos que ven el mundo con una paleta limitada.
¿Qué es el daltonismo y cómo se manifiesta?
El daltonismo, también conocido como deficiencia en la percepción del color, se origina en un cambio en la retina, las células responsables de atrapar rojo, verde y azul. Cuando uno de estos pigmentos falta o funciona anomalmente, la persona puede tener dificultad para distinguir ciertos colores.
La forma más común es la confusión entre rojo y verde, aunque también hay variantes que afectan la percepción de azul y amarillo. En muchos casos, los síntomas son tan pequeños que pasan desapercibidos, y generalmente es un pariente quien descubre la dificultad, especialmente en los niños pequeños.
Vivir con daltonismo: desafíos y soluciones
Aquellos que viven con el daltonismo cumplen con los obstáculos cotidianos que van desde elegir la ropa suficiente hasta la interpretación de las señales de tráfico o los gráficos coloreados. Sin embargo, la tecnología ha comenzado a ofrecer soluciones. Un ejemplo son las gafas de Encroma, diseñadas para mejorar la percepción cromática de las personas con esta afección.
Además, el diagnóstico temprano es la clave. Existe evidencia específica que permite identificar el tipo y el grado de dalonismo, lo que facilita la adaptación en entornos educativos y laborales.
Más de una condición, una forma de ver
El daltonismo no es una enfermedad, sino otra forma de percibir el mundo. Este día de conciencia nos recuerda que la diversidad visual también merece ser entendida y respetada. Ver diferente no significa verse menos. Significa ver con otros tonos.