
José Manuel Restrepo fue ministro de Comercio y Hacienda durante el gobierno de Iván Duque. Su voz se ha mantenido vigente desde la academia, en la rectoría de la Universidad EIA de Medellín. En diálogo con EL TIEMPO, el exfuncionario se refirió a su libro ‘Al borde de la esperanza’, en el que trata temas como los populismos, el liderazgo colectivo y la crisis fiscal. Además, trató temas generales del país y de lo que viene con las elecciones legislativas y presidenciales, para las que destacó que elegir un buen Congreso es lo más importante.
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¿Por qué hablar de esperanza en este momento? Habla mucho de populismo, pero dice que todavía hay solución, ¿por qué?
Uno cuando aborda el tema o la frase ‘al borde de’ se imagina que está al borde del abismo. Pero soy un convencido de que hay dos maneras de afrontar los desafíos: la lógica del vaso medio lleno o la del vaso medio vacío. Yo prefiero la primera. Creo firmemente en que Colombia ha demostrado a lo largo de su historia la enorme capacidad de resiliencia, esa capacidad infinita de enfrentar momentos de adversidad. Ha enfrentado una pandemia, el terrorismo, al narcotráfico, la inseguridad misma…y lo ha hecho con éxito, fruto de lo cual fuimos esa mejor nación en materia económica después de la pandemia o en el medio de las circunstancias del terrorismo y del narcotráfico logramos ser una de las naciones que más crecía en América Latina. Creo que la resiliencia nos da esa posibilidad de creer en que hay futuro por delante. Parte de lo que el libro destaca es que hoy Colombia tiene oportunidades en sectores productivos como la agrotecnología, los servicios basados en conocimiento, hay oportunidades en energías renovables, turismo sostenible, industria 4.0. Es un país que está lleno de oportunidades, hay que aprovecharlas, pero simultáneamente reconocer que tenemos desafíos en lo social y que para poder caminar hacia la esperanza no solo hay que lograr crecer más sino atender esas necesidades sociales que Colombia ha tenido. Para lograrlo se necesita un nuevo liderazgo o nuevos liderazgos que sean respetuosos de la democracia, logren generar confianza ciudadana sobre ella y sus instituciones y que sean liderazgos distintos a los que históricamente hemos tenido.
Actualmente, José Manuel Restrepo es el rector de la EIA. Foto:Cortesía
Cuando habla de ‘Al borde de la esperanza’, deja ver muchas críticas al estado actual de Colombia, sobre todo se centra en el actual gobierno, ¿Por qué?
No diría que hago crítica solamente a este gobierno. En general veo y percibo que a pesar de los avances que hemos tenido como país tenemos muchos desafíos estructurales. Por ejemplo, tener casi 2.5 millones de ‘Ninis’, jóvenes que ni estudian ni trabajan. Ahí hay un desafío que tenemos por delante, de ser un país muy inequitativo, con altos niveles de pobreza y de desempleo. Socialmente tenemos que darle una respuesta a eso. Seguimos siendo un país muy informal, y eso no nos ayuda a caminar más rápidamente. Simultáneamente, percibo que en este escenario de gobierno hay una cantidad de problemáticas. Vemos una democracia en donde existe una alta dosis de populismo, de rechazo a la institucionalidad, de negación al adversario. Un liderazgo que se ha conducido con odio y resentimiento. Ese no puede ser el camino para un país como el nuestro, en donde ha habido expresiones de adanismo, donde para muchos de ellos nada funciona y hay que comenzar de cero, hay un rechazo al rigor de lo técnico y al diseño de política pública. En un escenario como ese, donde hay problemas estructurales sociales y simultáneamente se conduce al país por la vía de la polarización, el populismo y la mentira, hay un enorme riesgo dado el desprestigio que incluso existe hoy a nivel internacional sobre la democracia y las instituciones. En Colombia casi el 50% de la población no cree en la democracia y hay mucha desconfianza al otro, comparativamente con otros países. Cuando existe ese caldo de cultivo, el riesgo grande como sociedad es que transitemos de un liderazgo populista a una especie de populismo autoritario. Desde este libro lo que se hace es un llamado a que el camino no puede ser ese. El camino tiene que ser un liderazgo colectivo, que tiene unas características: que reconozca el potencial de Colombia, que construya más democracia y más libertades, que sea ejemplo de integridad, de valores y de principios en su actuar personal, en su liderazgo público y en su actuar como persona y como familia, que genere confianza, que construya desde lo construido, que genere más pedagogía y menos demagogia, que le dé rigor al debate, que hable con la verdad, que diseñe soluciones concretas y que anime y defienda a las instituciones. Este es un momento en donde ese liderazgo o ese tipo de liderazgo colectivo se necesita.
Usted habla mucho de que la seguridad es crucial. Dice en su libro que es uno de los temas básicos para lograr inversión y equidad ¿Cree que en este momento no hay esas condiciones en Colombia?
Colombia ha deteriorado los indicadores de seguridad de manera significativa y, si bien ha tenido históricamente problemas en materia de violencia, entre otros asociados a crecimiento de la producción de narcotráfico en el país, se había avanzado en este frente. Si uno revisa las estadísticas del 2022 contra el 2026, hoy uno encuentra un incremento en homicidios, en terrorismo, en extorsión. Entonces, claramente la violencia sí está creciendo y simultáneamente los cultivos de coca están creciendo de manera desbordada porque no se está aplicando ningún mecanismo efectivo para enfrentar el narcotráfico. Se acabó la fumigación aérea, la erradicación manual también. No hay un programa activo sustitución de cultivos que esté funcionando. Y tampoco se están persiguiendo los capitales de los narcotraficantes. Entonces, cuando uno tiene ese escenario, tiene el caldo de cultivo perfecto para el incremento en materia de inseguridad. Súmele a eso un proceso de paz total que ha sido un fracaso total, y un debilitamiento del reconocimiento y dignidad de la fuerza pública por parte del Gobierno. En un escenario como ese, la inseguridad crece. Es indispensable retornar de nuevo el camino a construir seguridad porque es la plataforma que le permite la democracia funcionar y a la economía prosperar.
José Manuel Restrepo. Foto:José Manuel Restrepo.
Se ha referido a la necesidad de superar la informalidad, y a que esta favorece a los populismos autoritarios ¿Todas esas fallas no terminaron en un populismo como el del presidente Gustavo Petro?
En el mundo estamos viviendo un escenario de populismo. No es un tema circunscrito solamente a nuestro país. A nivel global vemos un escenario desafiante, de incertidumbre y polarización. Lo han dicho incluso el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial. Lo estamos viendo en elecciones recientes en muchos países y regiones del planeta. De destrucción institucional, como lo que está sucediendo con la plataforma del comercio internacional, en donde se aplican indiscriminadamente aranceles, se ponen en entredicho roles de instituciones tan importantes como la Organización Mundial del Comercio, entre otras. Percibo un escenario desafiante global donde existe también esa polarización. Desafortunadamente, en el frente local también lo veo con los ataques a los pesos y contrapesos, los ataques recurrentes al Banco de la República, a la Registraduría, al Comité Autónomo de Regla Fiscal, a las Cortes o la Rama Judicial. Veo también un escenario a nivel local de reformas institucionales regresivas que nos devuelven en la historia, como la propuesta de reforma de la salud, que nos devolvería el pasado, a la estatización del sistema; en pensiones lo propio, en servicios, en energía. Veo también un ataque a los medios de comunicación, que en el fondo es un ataque a la democracia. Cuando percibo eso veo unas dificultades muy profundas para la democracia. Entonces la polarización que es internacional y local, ese populismo o esa mentira, esa forma de llamarlo así, de agitar las bases políticamente hablando, afectan la democracia también y ponen en entredicho lo que debería ser el sustento para construir futuro, que es retornar de nuevo a valorar la democracia y las instituciones. Ese es como el análisis que yo hago y por eso creo que es un buen momento justamente para recuperar formas distintas de liderazgo colectivo.
¿Por qué la democracia colombiana y a nivel mundial ha fallado? La ciudadanía siente que no responde a sus grandes necesidades…
La democracia ha tenido debilidades a nivel global y local. Pero creo que buena parte del ejercicio de construcción de un nuevo modelo democrático se relaciona con ese tipo de liderazgos distintos. La mejor manera de recuperar, de cuidar la democracia, que entre otras además es un camino para generar más equidad, prosperidad, libertad y garantía de oportunidades, está justamente en la dirección de tener nuevos modelos de liderazgo. Y esos nuevos modelos de liderazgo tienen que, por ejemplo, promover la defensa de las reglas democráticas y de las instituciones. Tienen que ser respetuosos de la institucionalidad, reconocer el valor de construir unidad en la diversidad, o sea, reconocer al distinto y construir aún con el distinto, no quedarse en las orillas del puente, sino recorrer el puente y descubrir que en la mitad de él hay propósitos comunes. Tienen que hacer un esfuerzo por generar confianza y hablar con la verdad, decirle al ciudadano qué se puede y que realmente no se puede lograr. También es un momento en donde hay que lograr unos liderazgos que den respuestas o soluciones concretas. Si eso no se hace se comete un error importante. Dicho de otra manera, deben tener la capacidad para reconocer que hay necesidades y que la sociedad necesita respuestas y deben ser menos discurso y más capacidad de ejecución. Este no es un momento de caudillos, porque el caudillismo no le ayuda tampoco a la construcción democrática, sino que se necesita articular actores, construir unidad. Creo que también deben tener capacidad de construcción de consensos. Hoy en día adolecemos de la capacidad de construirlos con el sector empresarial, con otros actores sociales. Deben entender que para recuperar el valor de la democracia son muy importantes los derechos, pero simultáneamente son muy importantes los deberes, y que los ciudadanos tienen deberes. Deben construir desde lo construido, porque en una democracia es lo más difícil: reconocer que hay otros que han hecho algún aporte y que sobre él se puede mejorar se pueden hacer ajustes, pero siempre tenemos que estar en una espiral de crecimiento y de desarrollo, hacia adelante.
José Manuel Restrepo. Foto:U. del Rosario.
Usted habla mucho del tema fiscal, primero en el diagnóstico y luego en la parte tres, ¿por qué tanta preocupación por eso? ¿Cómo ve usted el panorama?
Yo menciono dos preocupaciones desde la perspectiva económica. Una fiscal y la otra del crecimiento potencial del país. Es importante porque un deterioro fiscal como el que estamos viviendo puede tener una enorme repercusión en falta de sostenibilidad de largo plazo de nuestra democracia. El problema fiscal en que estamos abocados en este momento es estructural y puede dar lugar a que Colombia entre en un escenario de explosión de deuda pública que sea insostenible a mediano plazo. La disminución de ingresos, entre otras, como resultado de un bajo crecimiento económico. El exceso de gasto público, sobre todo asociado a gastos de funcionamiento y en gran parte derroche en burocracia y simultáneamente la incapacidad para enfrentar con macro prudencia macroeconómica este escenario con decisiones tan equivocadas como suspender la aplicación de la regla fiscal o activar la cláusula de escape sin argumento. Esto ha dado lugar a que hoy el presupuesto nacional sea significativamente alto, a tal punto que está desfinanciado de manera significativa. Cuando uno enfrenta esa realidad, lo que está generándole al país es menos capacidad de inversión productiva y más recurso destinado a la burocracia estatal o al pago de intereses de deuda pública. Además, lleva el nivel de deuda a un nivel casi que de explosión de esta. En ese escenario el riesgo es que estamos casi que circunscribiendo el crecimiento al derroche fiscal, cosa que funciona a muy corto plazo, pero no a mediano plazo. Entonces, me parece que lo fiscal no es un tema menor, es un tema estructural. Pero además de eso, es estructural cómo lograr que el país crezca más para generar los recursos tributarios, en parte, que le permitan tener niveles de prosperidad hacia adelante. Me preocupa mucho que estamos viendo el cortísimo plazo de las cifras económicas aparentemente mejores que hace algunos años, pero claramente insostenibles a mediano plazo, porque un crecimiento soportado en el derroche fiscal es como participar en una fiesta y vivir al día siguiente o a los dos días siguientes el guayabo de la fiesta.
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Ha hecho énfasis en los liderazgos y proyectos colectivos en contraposición a todo este tema populista y al caudillismo ¿Usted ve en estas elecciones esa posibilidad?
Veo que en estas elecciones todavía subsisten algunos intereses caudillistas, creyendo que el caudillo va a ser la solución al problema del país. La única solución es que entendamos que este es un proyecto colectivo. Tan o más importante que la elección del presidente es la elección del Congreso. Va a ser indispensable elegir uno muy bueno, que sea capaz de construir un proyecto colectivo con quien sea presidente/a. Se va a necesitar, no un caudillo que funcione con lógica de populismo autoritario, un equipo de trabajo preparado, estructurado, con conocimiento de la cosa pública, con visión de largo plazo de hacia dónde quieren llevar a Colombia, que sea justamente capaz de llevar a nuestro país por una senda que enamore, que genere una narrativa de esperanza. Ese camino no es de un caudillo, sino de un trabajo colectivo en donde seamos capaces incluso de reconocer a quienes no piensan igual que nosotros. Es decir, este es un momento en donde lo que necesita Colombia es que quien nos lidere sea capaz de verdad de construir consenso aún con quienes piensan ligeramente distinto, pero en donde compartimos todos un propósito de defender las libertades, las instituciones, la democracia, de construir un país basado en deberes y en derechos, que sea ejemplo en sus actuaciones a través de su liderazgo público. Por eso dentro del libro hago referencia a esta idea de superar la lógica de la orilla del puente. Lo que no se vale en este momento para Colombia es quedarse en una o en otra orilla del puente. Hay que tener la capacidad de recorrerlo y descubrir que en la mitad de él la mayoría de los colombianos tienen propósitos comunes de acabar con la pobreza, reducir la inequidad, generar más prosperidad, más oportunidades para la gente. Eso se logra no con un caudillo, sino con un equipo y sobre todo con una capacidad que construya unidad en la diferencia o en la diversidad. Ese es el camino.
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
REDACCIÓN POLÍTICA
ESTEBAN MEJÍA SERRANO
ESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPO













































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































