
Con el creciente flujo de comunidades migrantes que arriban al territorio colombiano, cobra una especial relevancia la atención a la situación de las personas que enfrentan una crisis humanitaria silenciosa, que afecta particularmente a la población LGBTQIAPN+.
De acuerdo con diversas organizaciones, muchas de estas personas llegan completamente solas, careciendo de una red de apoyo y de acceso a servicios básicos, mientras que se ven todavía sometidas a situaciones de violencia y discriminación. Este grupo enfrenta la excluyente mirada de las organizaciones penales, que a menudo las convierten en objeto de explotación.
No hay datos oficiales que permitan comprender
la magnitud del problema
En diversas ciudades del país, la comunidad LGBTIQ+ lucha por la defensa de sus derechos.
Foto:
Juan Pablo Rueda / Archivo
“La migración para las personas LGBTQIAPN+ a menudo no es una elección, sino un acto de supervivencia, una última medida desesperada. Se ven forzadas a abandonar sus hogares debido al rechazo familiar, la violencia perpetrada por grupos armados, o el prejuicio que enfrentan en sus sociedades; además, el temor a amenazas en sus comunidades o la exclusión sistemática en sus países de origen son factores determinantes. Sin embargo, al llegar a Colombia, que se ha convertido en un destino importante para las poblaciones en movilidad humana de América Latina, enfrentan una dura realidad: la falta de atención diversa y redes de apoyo que les permitan reconstruir su vida a nivel social, educativo y laboral,” afirma Joseph Duarte, coordinador de la organización a nivel nacional en Colombia.
Sin cifras, sin reglas, sin apoyo
Marcha de la comunidad LGBTIQ+.
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Juan Pablo Rueda / Archivo
La ONG enfatiza que la visibilidad de esta población en el territorio colombiano no siempre se traduce en una verdadera protección de sus derechos. La organización denuncia que no existen datos oficiales que permitan evaluar la magnitud del problema ni respuestas institucionales con un enfoque que contemple sus realidades particulares.
“La invisibilidad es parte del problema. Si no aparecemos en las estadísticas, sencillamente no existimos. La comunidad queda en un estado de abandono total, sin recursos, sin acceso a un lugar seguro para dormir, y aún son víctimas de discriminación debido a su orientación sexual o identidad de género. Esta población queda excluida de las políticas públicas que podrían ayudarles”, agrega Duarte.
Un llamado a la acción
Orgullo LGBTIQ+ en Medellín.
Foto:
Jaiver Nieto Álvarez /
Frente a esta situación alarmante, la ONG ha emitido un urgente llamado al gobierno nacional, a la Alcaldía, a la Fiscalía y a las fuerzas de policía para solicitar fondos inmediatos para la recepción y protección de estas comunidades. Las recomendaciones incluyen:
- Protocolos y campañas informativas que promuevan los derechos de las personas LGBTQI.
- Programas de empleo con un enfoque diferencial que capaciten e integren a la población migrante LGBTQIAPN+.
- Alianzas con empresas que fomenten la diversidad y creen espacios de trabajo seguros y libres de discriminación.
- Becas y financiamiento educativo para formación técnica o profesional, reconociendo el valor de trayectorias de vida poco convencionales.
- Acceso a microcréditos y orientación para emprendedores liderados por personas LGBTQIAPN+.
- Rutas de integración laboral, acompañamiento psicosocial y un seguimiento personalizado.
“No se trata solo de salvar vidas, sino de restaurar la dignidad, permitiendo que estas personas sueñen con su propio futuro, en un lugar donde puedan ser auténticamente quienes son, sin miedo”, destaca Duarte.
Voces de esperanza en medio de la adversidad
Orgullo LGBTIQ+ en Medellín.
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Jaiver Nieto Álvarez /
Entre los beneficiarios de los programas de la organización, se encuentra Andrea Victoria Méndez, una mujer trans venezolana. Su testimonio refleja la profunda carga emocional y estructural que enfrentan muchos migrantes LGBTQIAPN+.
“Antes de llegar a la organización, aún batallaba con mi identidad. Perdí a mi familia, amigos, y estuve al borde de perder la vida”, narra. “Aquí encontré un espacio seguro para reconstruirme. Aprendí a vivir con orgullo y a trabajar en un lugar que me respeta como trans”.
Su historia es solo un ejemplo de los cientos de casos en los que la ONG está implicada, demostrando las posibilidades de transformación real cuando existen redes de apoyo afianzadas.
Una urgencia que no puede esperar
“Incluso”, un enfoque profundo hacia la comunidad LGBTIQ+.
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La grave situación denunciada por la organización evidencia una deuda histórica hacia una población que ha sido marginada, violada e ignorada. Aunque Colombia ha avanzado en la normativa relacionada con los derechos LGBTIQ+, aún persisten considerables brechas en la implementación efectiva de políticas de inclusión para migrantes y personas desplazadas.
Desde la perspectiva de la ONG, es urgente que la sociedad colombiana —desde el Estado, pasando por el sector privado, hasta la ciudadanía individual— reconozca esta crisis como una cuestión prioritaria en la agenda de derechos humanos.
“Mientras falten datos, mientras no haya recursos y no se dinamice la acción, estas personas seguirán sobreviviendo en el silencio y a los márgenes del sistema. Es el momento de cambiar esta realidad”, concluye Duarte.
La invitación está abierta: construyamos un país que no solo acoja, sino que también respete y valore la dignidad humana.
Además, lo invitamos a ver nuestro documental “Abuso sexual en Cartagena: Voces de Silencio.”
Documental del periodista Jineth Bedoy.
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Carácter