
Los parlamentarios del Senado Temístocles Ortega y Ana María Castañeda, por cambios radicales, no tendrán una voz o voto en el último año legislativo debido a la decisión del Consejo de Ética de su comunidad. Se tomó la decisión de responder a la ausencia de dos parlamentarios en la votación de la consulta popular, en el Parlamento el 14 de mayo.
En ambos casos, el proceso comenzó con una solicitud para abrir la disciplina con la decisión del partido, Carlos Jorge Silva. Él creía que la falta de parlamentarios en la votación de una consulta popular se oponía a la organización de la comunidad para negar la consulta popular sobre la reforma laboral.
“Estaban ausentes de votar influyendo en la decisión que fue adoptada por una categoría de cambio radical y beneficia los intereses del gobierno; por esta razón, por la oficina del Consejo de Ética, la queja se abrió”, dijo.
Según lo descrito por la vigilancia del partido, tanto Ortega como Castañeda fundaron “crímenes potenciales para miembros leales del partido y violaciones de la Junta de Gobernadores”.
Castañeda se defendió por el bien del vidente, argumentando que su ausencia se debió a: “En el momento en que el presidente de la compañía abrió la votación, no me encontré en la cerca” y no volví al momento en que se cerró la votación.
En el caso de Ortega, aseguró que estaba presente en el MP, pero no pudo emitir una decisión para el desorden en el Parlamento.
“Nunca dejé el parlamento.
Además de la ausencia del 14 de mayo, Veeduria volvió para llamar la atención sobre la ausencia de dos parlamentarios del Senado en su votación llamada Popular Consultation 2.0. En cuanto a la primera vez, evitaban una posición en violación del gobierno, donde su partido había ordenado por una decisión bancaria.
Aunque al principio, señalaron a ambos que no podían votar por diferentes eventos del Parlamento el 14 de mayo, hubo una falta de participación en otra votación “señala el comportamiento repetido, como en ambos casos murieron de la votación.
Para el consejo moral de la sociedad, la gravedad carece de responder a los miembros del partido leal. En ese sentido, castigaron a ambos parlamentarios del Senado durante un año para tener una voz o voto en el Senado. Esta decisión debe llegar a la junta del Senado para continuar contra ellos. Casos como el conservador Alexander Quevedo, que fue castigado al suspender su derecho a la voz y las elecciones, muestran que este tipo de medidas a veces no tienen solicitud en el Parlamento, a pesar del hecho de que el castigo se emite públicamente.
Juan Sebastián Lombo Delgado
Político