Copacabana Beach se ha transformado en el punto central de la emoción y el fervor de una multitud de seguidores de Lady Gaga, que ya han comenzado a acampar alrededor del emblemático Palacio de Copacabana, esperando ansiosamente el concierto gratuito que la famosa estrella estadounidense ofrecerá este sábado. Este espectáculo no solo es cualquier evento, sino que se espera que sea el más grandioso de su carrera, congregando a más de 1.6 millones de personas en un ambiente de alegría y euforia.

A lo largo de los días previos, los “pequeños monstruos”, como se autodenominan los fervientes fans de la artista, han llegado de todas partes de Brasil para tener la oportunidad de ver a su ídolo. La atmósfera que rodea el evento es festiva y colorida, con canciones, disfraces llamativos, banderas ondeando y hasta modelos del escenario que han sido diseñados por los propios fans. Muchos de estos seguidores han estado acampando en la zona durante más de una semana, con la esperanza de conseguir una vista privilegiada de Gaga desde las ventanas del hotel donde se alojará.

“Es un sueño que se hace realidad. He estado esperando este momento durante diez años”, expresó Tamires de Farias, una abogada de 35 años, que se presentó vestida con una banda rosa que lleva el nombre de la cantante. Esta dedicación y entusiasmo son solo un pequeño reflejo de lo que muchos de los asistentes sienten por su ídolo.

Lady Gaga regresa a Río de Janeiro después de haber cancelado su participación en el festival Rock en Río en 2017 debido a problemas de salud. Esta tan esperada presentación es parte de un esfuerzo hecho por el gobierno local para atraer eventos internacionales de gran magnitud cada año, siguiendo el ejemplo del concierto de Madonna que ocurrió en 2023.

El evento está acompañando de un despliegue de seguridad sin precedentes: más de 5,000 agentes, incluyendo personal militar, efectivo civil y bomberos, estarán encargados de vigilar el área costera para asegurarse de que todo transcurra sin contratiempos. Además, se han planeado 78 torres de observación, el uso de drones equipados con tecnología de reconocimiento facial y la instalación de nuevas cámaras de vigilancia, todo con el objetivo de mantener el orden y garantizar la seguridad de los asistentes.

“Estamos completamente preparados con toda la infraestructura necesaria para manejar un evento de esta magnitud. Nuestro esfuerzo está orientado a asegurar que todos puedan disfrutar de una experiencia segura y tranquila”, comentó el gobernador de Río de Janeiro, Clica Castro. La importancia de esta actuación no solo se mide en la experiencia del espectáculo, sino que también se destaca su impacto económico, ya que se estima que el concierto de Lady Gaga generará un movimiento económico de más de 600 millones de reales (alrededor de 107 millones de dólares). Este impacto proviene del aumento en turismo, el comercio local y los servicios relacionados con el evento.