
Aún no se ha incluido en el orden del día de la primera comisión del parlamento y la ley de retorno ya no parece cobrar vida. Esta tarde presentaron un documento de presentación de la iniciativa presentada por el gobierno del presidente Gustavo Petro y encabezada por el ministro de Justicia, Eduardo Montealegre.
En un documento de 72 páginas, firmado por 4 parlamentarios -Julio César Triana (Cambio Radical), José Jaime Uscátegui (Centro Democrático), Juan Daniel Peñuela (Conservador) y Marelen Castillo- exponen algunas de las razones por las que piden hundir la iniciativa que está por iniciar su primer debate.
“No permitiremos que el gobierno siga promoviendo la impunidad de las pandillas”, dijo el representante Triana.
Este es el documento de presentación de la Ley de Retorno. Imagen:directorio privado
¿Por qué buscan subvertir la ley de sumisión?
En el documento de presentación, los parlamentarios expusieron varios argumentos de por qué creen que esta iniciativa debería ser hundida en la primera comisión del parlamento.
La primera es que este proyecto surge de la Ley de Paz Total (Ley 2272 de 2022), que para algunos ha fracasado. En particular, para los parlamentarios que presentaron el documento, esta estrategia terminó “señalando graves ambigüedades ideológicas, fallas institucionales y falta de resultados concretos, que hoy son las principales razones del fracaso del proyecto de ley bajo análisis”.
En este punto, argumentaron que Paz Total tiene varios errores organizativos, como lo demuestran las negociaciones del gobierno con grupos ilegales, que no han arrojado resultados tangibles en términos de seguridad y desmantelamiento de estructuras criminales. Y la ley de sumisión es clave para que, por ejemplo, se pueda celebrar la recién instalada junta con el ‘Clan del Golfo’, que comenzó hace unas semanas en Qatar.
Qatar anuncia que organizó la primera ronda de mediación entre el gobierno y el ‘clan del Golfo’ Imagen:Sigue
“Este proyecto es el resultado de una política mal concebida, que se presentó como un camino hacia la paz, pero que termina fortaleciendo las actividades criminales y generando más violencia e inseguridad. La llamada paz total ha sido un fracaso jurídico, político y operativo”, dijo el diputado José Jaime Uscátegui.
En la presentación del documento advierten que el proyecto confunde los conceptos de sumisión y negociación política, abriendo la puerta a que grupos narcotraficantes o reincidentes, como la “Segunda Marquetalia”, accedan a beneficios reservados a actores con estatus político.
Del mismo modo, los ponentes sugieren que este proyecto es inconstitucional, porque debe funcionar como una ley, ya que prevé justicia transicional y compensa a los violadores reincidentes del acuerdo de paz.
Este argumento se apoya en lo ya expuesto por el Excmo. El Tribunal Supremo ha señalado que hay al menos cinco aspectos del proyecto que, por su contenido, deben tramitarse conforme a derecho y no como se hace normalmente.
La “ruptura” de la paz absoluta está dentro de la lógica de presentación del documento. Imagen:directorio privado
A la razón se suma la “falta de seguro para las víctimas”, ya que señalan que durante todo el proyecto no está claro cómo funcionarán las reparaciones.
“Se cree que el proyecto de ley no incluye un sistema de verificación de las contribuciones restitutivas o reparadoras antes de la sentencia, o que se desarrollan en el marco del cumplimiento de lo acordado en el incidente de daños conjunto en el caso de GAOML y GAO, o en los programas de daños conjuntos de EAOCAI. El proyecto de ley viola los derechos de la víctima, a una compensación justa, a una compensación justa.” la presentación del documento.
A los ponentes también les pone en duda que el Gobierno, en el marco de la iniciativa, no justifique la evaluación de las penas, y señalan que esto podría conducir a la impunidad.
El artículo 22 del proyecto de ley prevé “un tratamiento penal especial diferenciado para los miembros de grupos armados organizados al margen de la ley (GAOML) y grupos armados organizados (GAO)”, lo que indica que se les aplicará la pena alternativa de privación de libertad por un máximo de ocho años y no mayor a ocho años. Asimismo, para la delincuencia armada organizada de alto impacto (EAOCAI), el artículo 37 establece un procedimiento penal, señalando que el monto de la pena se reducirá entre un 40% y un 60%.
“El gobierno ha decidido dar a GAO, GAOML y EAOCAI un tratamiento de sentencia diferente; sin embargo, esto no justifica: 1. Por qué se imponen sentencias de 5 a 8 años para los reincidentes; 2. La justificación para reducir las sentencias en un 40% y un 60% para los miembros de EAOCAI y confirmar la sentencia de GAO de 8 años para GAO”, dice. afuera.
Otra alarma que levantan es la expansión de los grupos armados y el aumento de la inseguridad en algunas zonas del país.
ELN Imagen:EFE/D1
“Hoy tenemos más de 14.000 hombres en armas, cerca de 250 municipios bajo algún tipo de control ilegal y un aumento del 27% en los secuestros en los últimos dos años. Es obvio que esta política no pacificó al país, lo dividió aún más”, dijo un representante del Centro Democracia.
Y agregó: “El Congreso no puede seguir siendo cómplice de una política que sólo crea impunidad. Aquí no hay rendición, es un trato con el crimen organizado”.
En el mismo sentido, para los representantes de Triana, “el proyecto elimina las sanciones reales. Los miembros de ‘primera línea’ no pagarían ni un día de cárcel”.
Este proyecto aún no está programado para iniciar su primer debate en la empresa y ya tiene mal ambiente y cuestionamientos de la Defensoría del Pueblo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia, la Corte Suprema, entre otros.
MARÍA ALEJANDRA GONZÁLEZ DUARTE
Escritura política