
El FC Barcelona fue proclamado campeón de la Copa del Rey MAPFRE 2024-2025, tras una emocionante victoria por 3-2 frente al Real Madrid en una intensa final disputada este sábado en el estadio de La Cartuja en Sevilla. La atmósfera estaba cargada de tensión y expectativas, ya que ambos equipos llegaron con la firme intención de llevarse el prestigioso trofeo. El partido transcurrió con giros inesperados, donde los catalanes tomaron la delantera, pero los jugadores del Madrid lograron igualar y dar la vuelta a la situación, creando un espectáculo cautivador para los aficionados presentes.
Con esta victoria, el Barça dirigido por Hansi Flick celebra su primer gran éxito de la temporada, manteniendo vivas las esperanzas de conseguir el ansiado triplete. Lo más notable es que el equipo azulgrana ha demostrado su superioridad en los clásicos, pues no ha perdido ninguno en la actual temporada. Esta victoria se convirtió en un tiempo de sufrimiento y reivindicación, resaltando la entrega de los jugadores en el campo. La Copa del Rey regresa a las vitrinas del FC Barcelona, un logro que no alcanzaban desde 2021, marcando una derrota significativa para el Madrid, que veía en esta final su oportunidad para salvar la temporada.
El encuentro comenzó con un gran ritmo, donde Pedri González abrió el marcador para el Barça, mostrando el dominio inicial del equipo catalán en la primera mitad. Sin embargo, tras el descanso, el Real Madrid reaccionó con fuerza, especialmente gracias a la entrada de Kylian Mbappé, que empató el partido con un gol magistral. Aurelien Tchouaméni llevó a los Merengues a la delantera con un cabezazo letal, haciendo que los seguidores del Madrid creyeran en una remontada. No obstante, Ferran Torres, cuando todo parecía escaparles, devolvió la ventaja al Barça, y finalmente, Jules Koundé selló la victoria con un potente tiro desde fuera del área, terminando así el emocionante encuentro con un 3-2 favorable para los culés.
Este triunfo en la final de la Copa del Rey otorga al Barça una sólida confianza de cara al resto de la temporada, donde tienen ocho juegos por delante para alcanzar el triplete. En contraste, esta importante derrota deja al proyecto de Ancelotti bajo una nube de críticas, cuestionando su continuidad y sus decisiones tácticas. A pesar de la derrota, Bellingham y Mbappé destacaron con actuaciones individuales brillantes que, sin duda, aportaron energía al juego del equipo merengue.
Desde el inicio del partido, el FC Barcelona mostró un control claro del balón, presionando eficazmente la salida de un Madrid que se vio incapaz de establecerse en el terreno rival. El tridente de ataque madridista, compuesto por Vinícius Júnior y Rodrygo Goes, se encontraba aislado y desconectado del juego, mientras que el Barça aprovechó su inercia y generó constantes oportunidades de gol.
La situación se complicó aún más para el Madrid con la lesión de Ferland Mendy, quien no pudo continuar tras un examen competitivo. Ancelotti tuvo que recurrir a Fran García, que enfrentó a Lamine Yamal en un duelo crucial. Los aficionados del Barça pidieron un penalti por una mano en el área, pero el árbitro, Burgos Bengoetxea, explicaría que no hubo infracción, ya que la mano se apoyó en el suelo.
Un evento clave del partido tuvo lugar en el descuento del primer tiempo, donde el árbitro señaló penalti a favor del Madrid por una falta de Iñigo Martínez sobre Vinícius Júnior. Sin embargo, el joven brasileño no pudo concretar ante la portería, lo que dejó el marcador 1-0 al finalizar la primera mitad.
Mbappé cambia la cara del Real Madrid
Ya en la segunda parte, el FC Barcelona continuó dominando, aunque veía a un Real Madrid revitalizado por la inclusión de Kylian Mbappé. Sin embargo, el ataque merengue no encontró fortuna, perdiendo varias oportunidades claras de gol. Mbappé generó peligro constante, pero el Barça resistió ante los embates, mientras que algunos intentos de Olmo y Raphinha se quedaron en el camino.
El juego cambió cuando, tras una serie de ataques rápidos, Mbappé finalmente logró el gol del empate, elogiado por su rapidez y precisión. El Real Madrid parecía renacer, pero el Barça, fiel a su estilo, no se quedó atrás y volvió a apretar el acelerador en busca de la victoria.
La intensidad del encuentro se mantuvo, llevando el partido a la prórroga en medio de un ambiente de nerviosismo y tensión. A pesar de un intento fallido de penalti a favor del Madrid en los instantes finales, fue Jules Koundé quien finalmente decidió el juego con un impresionante gol a cinco minutos del final, asegurando la Copa del Rey para el FC Barcelona.
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