Los estudiantes de Mallama combinaron el conocimiento ancestral y el conocimiento científico en una experiencia que los acercó a sus raíces y los motivó a continuar explorando el mundo de la investigación.

Con nervios, curiosidad y mucha emoción, un grupo de estudiantes del municipio del municipio de Mallama llegó a los laboratorios de la Universidad de Nariño para vivir una experiencia única: transformar las plantas tradicionales en medicamentos con sus propias manos.

Son parte del grupo “Conocimiento que cura”, una iniciativa del programa Ondas Nariño que les ha permitido investigar las propiedades de plantas como rue, hoja de coca, eucalipto o marihuana. Acompañados por su profesora Erika Enríquez y guiada por el químico Robert Zamudio, aprendieron a hacer jabones, ungüentos y aceites esenciales, mezclando lo que sus abuelos saben con lo que enseñan los libros.

“Fue increíble ver cómo la ciencia también puede nacer en nuestras comunidades”, dijo Maryury López, uno de los jóvenes investigadores. La experiencia no solo fortaleció su conocimiento, sino también su orgullo en el territorio.

Para ellos, la ciencia ya no está distante. Ahora los sienten los suyos, como una herramienta para cuidar, aprender y sanar de lo que siempre han vivido: el conocimiento de su gente.