Del departamento de Nariño, el ingeniero y gerente social, Ángela María Cristancho, promueve un modelo transformador que combina tecnología, sostenibilidad y educación con efectos globales. A través de la Fundación Fepropaz y la compañía de la cultura ecodigital de la cultura ecodigital triple (CED SAS BIC), benefició a más de 37,000 personas en un trabajo de más de dos décadas en 18 países.

Su proyecto de bandera, la cultura ecodigital, que fue dirigida con sus hijos Dylan (15) y Neithan (12), ha eliminado más de 21 millones de desechos digitales, lo que lleva a una reducción de 10 toneladas de CO₂ y más de 65,000 kW/h en ahorro de energía. Este trabajo combina un problema tranquilo pero urgente: la huella del entorno digital.

Además, con el programa MEFIT, más de 7.100 jóvenes soldados en áreas de conflicto lograron terminar sus estudios y aprovecharse de nuevas oportunidades de vida. La iniciativa más reciente, EcoDigitaler, trata de convertir un distrito en una referencia al turismo cultural y ambiental a través de pinturas de paredes, narrativa visual y mantenimiento del medio ambiente.

Cristanscho también dirigió la creación de Cedlab, el primer Centro Regional para la Innovación Ecoténica, en la que más de 30,000 personas fueron sensibilizadas y testificaron el mismo número de árboles que la remuneración ambiental.

Su liderazgo fue reconocido a nivel internacional: en 2025 se registrará en los 100 principales líderes latinoamericanos y el Premio Educa Latin America en Perú. Una voz colombiana que muestra que la tecnología también puede sanar.