
En medio de un clima de creciente inquietud sobre la posible aparición de una crisis energética, Facultades de Atlantic, Magdalena y La Guajira, así como la Asociación Nacional de Empresas Generales (Andeg), han expresado su justicia ante la polémica propuesta presentada por el presidente del Congreso, la cual involucra al sector eléctrico. Este contexto se vuelve crucial, considerando las repercusiones que podría tener sobre la población y el sistema energético de la región.
En particular, Cepeda ha señalado que la cifra de $700,000, que está destinada a la inversión en la implementación de una consulta popular, podría transformarse en un recurso que permita liberar hasta $1.5 mil millones, los cuales son actualmente adeudados a los generadores por Air-E. Esto serviría para evitar un colapso en el suministro de energía en esta área del país. Esta iniciativa, a pesar de ser objeto de controversia, obtuvo una reacción positiva dentro del Gremio de Energía.
No vemos el lado negativo de la propuesta del senador Cepeda. Es esencial que se comiencen a tomar en cuenta estos aspectos.
Alejandro CastañedaDirector Ejecutivo de Andeg
Según las palabras de Castañeda, el panorama actual es preocupante y, si no se logra un acuerdo respecto a las deudas pendientes antes del segundo semestre del año, y especialmente antes de septiembre, el sistema se enfrentará a desafíos serios. “Los bancos ya están presionando a los generadores para saber si tienen planes de pago, cómo se realizará y cuándo. No hay respuestas claras, lo que genera incertidumbre y desconfianza en la operación de las plantas generadoras,” advirtió.
La falta de pago limita la capacidad de los generadores
Air-E comunica la mejora de redes en varios sectores. Foto:Cortesía de Air-E
Uno de los temores más pronunciados en el sector es que la falta de pagos afecta la capacidad de los generadores para cubrir gastos esenciales como combustible, gas y carbón. Castañeda subrayó que, aunque existen diferentes maneras de obtener recursos, es urgente asegurar la liquidez necesaria para mantener la operatividad del sistema eléctrico.
“Es prioridad que los generadores no lleguen a una postura en la que no puedan adquirir estos insumos. Si eso ocurre, las consecuencias afectarán no solo a las empresas, sino a millones de usuarios en toda la región del Caribe,” explicó el director del Andeg.
Sin embargo, la crítica no se detuvo ahí. Castañeda también cuestionó el papel del superintendente público, Yanod Márquez, en la intervención que afecta a Air-E.
Sus recientes declaraciones se dieron en un contexto donde el fiscal general de la nación ha emitido una alerta clara, denunciando irregularidades en el proceso de intervención, al tiempo que no se han tomado medidas específicas para corregir el rumbo de la empresa.
La falta de coordinación entre el gobierno contribuyó a la profundización de la crisis:
Air-E operará en la subestación eléctrica Las Flores. Foto:Cortesía de Air-E
“Parece que el superintendente carece de claridad respecto a sus responsabilidades en este proceso. Observamos una mala gestión, sin resultados y sin estrategias claras. No manejó adecuadamente la situación, ofreciendo únicamente excusas sobre la falta de recursos dentro del fondo empresarial,” criticó Castañeda.
Desde la perspectiva del líder sindical, la falta de coordinación entre el auditor y los ministerios de Minas y Finanzas ha agravado la crisis actual. “Existe un evidente desorden administrativo. Requerimos una intervención que tenga liderazgo, habilidades de gestión y decisiones firmes. No podemos esperar más mientras la situación se complican”, concluyó.
A pesar de la intervención del gobierno nacional en Air-E para estabilizar el servicio eléctrico en la región del Caribe, hasta la fecha, los resultados son lejos de ser satisfactorios. Los indicadores financieros y operativos de la compañía siguen generando alarma.
A medida que el tiempo avanza, y con el creciente riesgo de un apagón masivo en el norte del país, se presenta la necesidad de discutir el uso alternativo de los recursos de la consulta popular. Esta discusión es vital, ya que el gobierno aún debe determinar si se requieren medidas extraordinarias para prevenir una crisis energética de proporciones alarmantes.