
En tiempos en que la inteligencia artificial (IA) comienza a ocupar espacios cada vez más íntimos de nuestra vida, desde la escritura hasta el acompañamiento emocional, surge una pregunta inquietante: ¿Puede una máquina manifestar una crisis de ansiedad? Esta es la reflexión provocativa planteada por el psicólogo clínico Oswaldo Navarro Arteaga en su artículo “AI y salud mental: ¿puede una máquina entrar en una crisis de ansiedad?”
De un estudio reciente publicado en NaturalezaDonde el comportamiento del modelo CHATGPT-4 se analiza frente a las historias traumáticas, el autor advierte sobre un fenómeno preocupante: aunque la IA no siente emociones, puede con precisión la precisión de los patrones lingüísticos de una persona emocionalmente afectada. Esto adquiere una relevancia especial si consideramos que millones de personas ya usan herramientas automatizadas como el primer canal de expresión emocional.
Navarro cuestiona clínica y ética si estas tecnologías están preparadas para responder adecuadamente en contextos de vulnerabilidad. ¿Qué sucede si una respuesta inadecuada aumenta el riesgo de daño a alguien que busca contención?
Lejos de oponerse al uso de la tecnología, el autor plantea un llamado urgente para desarrollar Marcos para la regulación, la supervisión clínica y la participación activa de los profesionales de la salud mental en el diseño de estas herramientas.
Te invitamos a leer el artículo completo aquí: https://www.diariodelsur.com.co/wp-admin/post.php?post=343136&action=edit
Una reflexión esencial para aquellos que creen que, en la salud mental, la empatía no puede ser programada.