El final del universo podría ocurrir mucho antes de lo que anteriormente se había estimado. Una investigación publicada recientemente en el Journal of Cosmology and Astrogaric Physics ha recalculado la fecha de su desaparición y la proyección se ha ajustado al marco temporal de 10SCHR. Esta modificación no solo impacta la comprensión general del cosmos, sino que también reafirma la idea de que este es un período inimaginablemente distante en nuestra percepción de la existencia del universo.

El papel de la radiación de Hawking

Desde la década de 1970, la radiación de Hawking ha sido fundamental para explicar los posibles destinos de los agujeros negros. Stephen Hawking propuso que estos cuerpos celestes tienen la capacidad de perder masa progresivamente, eventualmente evaporándose por completo. Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Radboud ha ampliado esta teoría original y ha comenzado a aplicarla a otros tipos de objetos estelares, incluidos los enanos blancos.

A diferencia de los agujeros negros, que colapsan bajo su propia gravedad, los enanos blancos son remanentes estelares que, aunque poseen una estructura estable en términos de gravedad, todavía están sujetos a diversos procesos de deterioro a lo largo del tiempo. Los nuevos cálculos sugieren que incluso estos cuerpos, que se pensaba que podían durar miles de millones de años, también podrían evaporarse con el transcurso de los eones. Esta conclusión altera la línea de tiempo que se ha tenido en cuenta para el destino final del universo.

Los efectos en las estrellas más longevas

Los enanos blancos, considerados los últimos vestigios del cosmos, parecen estar perdiendo energía más rápidamente de lo que se había anticipado. Este nuevo hallazgo plantea preocupaciones sobre el futuro de estos cuerpos estelares; los investigadores ahora se cuestionan lo que podría suceder si los últimos restos del universo comienzan a desvanecerse más pronto de lo esperado.

“El universo terminará antes, aunque a pesar de ello aún tenemos mucho tiempo por delante”, comentó Heino Falcke, el autor principal de esta investigación. Su equipo ha colaborado junto con otros científicos de la Universidad de Radboud, desarrollando modelos que mejoran nuestra comprensión de los procesos de transformación que afectan a estos cuerpos celestiales.

Consideraciones sobre el futuro del cosmos

Este estudio abre un nuevo campo de preguntas respecto a la física cósmica y el destino final de la materia en el universo. Aunque el colapso definitivo aún se encuentra a un horizonte lejanísimo, estos nuevos resultados permiten redefinir las proyecciones sobre la evolución del espacio. La radiación de Hawking y su impacto en varios objetos astronómicos podría ser la clave para desentrañar los procesos fundamentales que determinarán el destino del universo en su conjunto.