
Durante décadas, Las corrientes representaban uno de los mayores riesgos de vida e infraestructura en Barranquilla. Este fenómeno natural, particularmente peligroso durante la temporada de lluvias intensas, ha ocasionado crisis recurrentes. En estos episodios, se han registrado pérdidas humanas significativas y daños materiales que han marcado la historia de esta capital del Atlántico colombiano.
El impacto de estas corrientes en el desarrollo urbano ha sido tan profundo que, a principios de 2008, se inició un plan a largo plazo para gestionar de manera eficiente las corrientes peligrosas en la ciudad, abarcando zonas críticas como Hospital, Carrera 65, La felicidad, Streets 91 y 92, Carrera 21, calles 75 y 76, 79 Street, Street 84 y Maria.
La atención especial se ha centrado en una corriente ubicada en la 85 Street, en el norte de la ciudad. Esta corriente de tormenta ha causado un gran temor entre los habitantes de Barranquilla durante muchos años, especialmente en días específicos donde la lluvia es más intensa. Al menos, según lo que apuntó Alcalde Alejandro Char, se está trabajando de manera constante para realizar un seguimiento del ambicioso proyecto del canal, que actualmente se lleva a cabo en la intersección de Carrera 47 de la calle 85 y que se extenderá hasta la carrera 52 con 84th Street.
La tecnología más moderna en la gestión
El proyecto que se implementa abarca 1360 medidores lineales y está introduciendo por primera vez en la ciudad Tecnología de excavación innovadora sin trinchera a través del sistema Tunelador (Tubería de elevación). Este sistema permite la instalación subterránea de tuberías grandes sin necesidad de abrir por completo la carretera, lo que minimiza los inconvenientes para el tráfico y la movilidad urbana.
El sistema de alcantarillado de la corriente, que corre por 85 Street entre las carreras 47 y 52. Foto:Kronos-Gailo González
Según el alcalde, “Este trabajo de canal avanzará en el mes de marzo para mejorar la movilidad y proteger la vida en la ciudad”. La megaestructura estará compuesta por dos tuberías de 2.20 metros de diámetro, fabricadas en fibra de vidrio GRP, un material conocido por su alta resistencia y durabilidad. Además, los fregaderos se construirán con barbacoa estratégicamente colocada para permitir la recolección del agua de lluvia, garantizando así una conducción eficiente del flujo hacia el sistema de drenaje, tanto en las conexiones principales como en las secundarias.
Este tipo de intervención ha demostrado su efectividad en Barranquilla, ya que en episodios previos, como el ocurrido en el sistema 91 Street Stream, permitió que se llevaran a cabo los trabajos sin impactar gravemente la circulación vehicular ni el tránsito de peatones.
Un cambio integral para el sector
El trabajo mencionado, según lo explicado a un funcionario del distrito de , no es únicamente una solución hidráulica, sino que también representa un cambio integral en la infraestructura vial de esta zona comercial densamente transitada.
En este lugar, se encuentran clínicas, centros de atención EPS, laboratorios, hoteles, oficinas médicas y especializadas, así como diversos comercios, restaurantes y almacenes. Esto subraya la importancia del proyecto para mejorar la calidad de vida de quienes habitan y trabajan en el área.
Las obras se cumplen en medio de la temporada de lluvias. Foto:Kronos-Gailo González
El diseño de la 85 Street incluirá de dos a tres carriles para automóviles, amplias plataformas para peatones, áreas verdes integradas, estacionamientos longitudinales y una renovación urbana completa, que transformará significativamente el entorno del sector. “Sabemos que la ejecución de estos trabajos puede causar inconvenientes en la movilidad, pero estamos trabajando con rapidez y responsabilidad técnica. Pedimos disculpas a la ciudadanía por las interrupciones temporales, pero este proyecto es para el bien de todos”, dijo el alcalde Char.
Con un total de inversión de $ 117 mil millones, estos recursos son generados por los impuestos de los ciudadanos de Barranquilla. El financiamiento mediante fondos propios es una clara señal de disciplina fiscal y de un compromiso firme con el desarrollo sostenible de la ciudad.
Más que el canal: modernización de los servicios públicos
La intervención también contempla una serie de obras complementarias cruciales en el ámbito de la modernización de la red de servicios públicos, las cuales se desglosan de la siguiente manera:
- Red subterránea para telecomunicaciones y de bajo voltaje.
- Transferencia de red de voltaje eléctrico promedio.
- Transferir e intercambiar acueductos y redes de aguas residuales, tanto coleccionistas como domésticas.
- Nueva instalación de iluminación en espacios públicos y urbanos.
Estos trabajos permitirán una gestión más organizada y segura, acorde con las necesidades cambiantes de la ciudad, además de ser resistentes a los efectos del cambio climático y al crecimiento urbano.
Beneficios para los residentes, comercio y movilidad
El impacto de estas obras será particularmente positivo para los residentes, usuarios y clientes que desplazan en busca de servicios ofrecidos por el sector, además de los cientos de empleados del área. Durante años, las corrientes han representado un serio riesgo para la vida y la economía local, siendo causa de accidentes, deslizamientos y otros incidentes durante la temporada de lluvias.
El alcalde Alejandro Char supervisa el progreso laboral. Foto:Ayuntamiento
Gracias a estos canales subterráneos, se eliminan estos peligros, mejorando tanto la movilidad como la conexión entre el norte y el centro de Barranquilla, que es uno de los ejes comerciales y residenciales más significativos de la ciudad. A pesar de los avances en la gestión de estas corrientes peligrosas, la ciudad se enfrenta a nuevos desafíos, en parte debido a la planificación urbana deficiente y a fallos en los sistemas de drenaje, tal como se detalla en estudios hidráulicos realizados por universidades locales.
La resistencia del terreno al agua y el crecimiento urbano sin una planificación integral han generado que, tras cada periodo de lluvias, aparezcan nuevas corrientes en sectores que alguna vez se consideraron seguros, lo que representa un desafío para lograr una Barranquilla totalmente libre de este riesgo.
Por el momento, el proyecto 85 Street se suma a las muchas tuberías ya construidas en los años recientes, que han permitido a la ciudad erradicar varias corrientes históricas que la azotaban en cada aguacero.
“Estos 85 días son decisivos. Este será un trabajo que recordaremos como un punto de inflexión para las soluciones de drenaje y el desarrollo urbano de Barranquilla”, concluyó Char.
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Periodista de Leonardo Herrera Delgans leoher@ y en x:@leoher70