
Uno de los desafíos más significativos a nivel nacional en Colombia, relacionado con la dinámica social y las barreras de género, es la autonomía económica de las mujeres en Colombia. De acuerdo con informes de las mujeres de la ONU, es fundamental la inclusión de la economía femenina para fomentar un desarrollo social equitativo, así como para impulsar el crecimiento económico del país.
En este contexto, y conforme al último informe sobre las brechas entre hombres y mujeres en Colombia, compartido junto con datos del Ministerio de Igualdad, se evidencia que, aunque ha habido un ligero aumento en el indicador de participación global (TGP) durante el período 2008-2023—con un incremento de 6.2 puntos para las mujeres, alcanzando el 52.6 por ciento—, en comparación con un crecimiento de 5.5 puntos para los hombres, que llegaron al 76.6 por ciento, la brecha entre ambos sexos sigue persistiendo en torno a los 24 puntos porcentuales.
Participación en el trabajo y el cuidado
En el caso específico de Antioquia, las estadísticas siguen esa misma línea, donde la diferencia en la tasa de participación laboral entre hombres y mujeres se somete a una disparidad de sólo un punto porcentual, situándose en un 25.4 por ciento.
Indicador general de participación en el departamento. (Un, 2023)
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Tiempo.
Para abordar este asunto, debemos considerar el factor de brecha salarial, un indicador clave relacionado con la autonomía económica de las mujeres. Este fenómeno es el resultado de diversos factores que alimentan la discriminación en el sector laboral. La segregación vertical y horizontal, así como la concentration de las mujeres en sectores de bajo rendimiento y en trabajos informales, son situaciones palpables que perpetúan la desigualdad.
A nivel nacional, las mujeres perciben un salario promedio que es un 6.6 por ciento inferior al de sus pares hombres, en relación con los ingresos correspondientes al trabajo mensual. Aunque estas disparidades pueden variar, dependiendo de las características específicas del mercado laboral, la diferencia se mantiene vigente.
Por tanto, el informe de la ONU indica que “la autonomía de las mujeres no solo exige la oportunidad de generar sus propios ingresos a través del trabajo remunerado, sino también el acceso y uso de activos de producción.” En particular, el estudio ha recopilado datos que demuestran que “las mujeres obtienen ingresos más bajos que los hombres, a causa de una menor participación en el mercado laboral, su concentración en sectores de bajo rendimiento, así como por la discriminación que enfrentan en el ámbito laboral.”
Otro aspecto relevante que se extrae del estudio es que existe un desequilibrio notable en la distribución de las tareas domésticas y la atención no remunerada, lo que obstaculiza la igualdad. El análisis de la situación de la mujer se llevó a cabo mediante una encuesta de cuentas de transferencias nacionales (CTR) y cuentas de transferencias nacionales (CNTT) para evaluar cuánto tiempo dedican las mujeres a estas tareas. Los resultados revelaron que el ingreso máximo promedio de las mujeres es de 21,197,216 pesos, mientras que los hombres alcanzan un ingreso máximo de 29,200,658 pesos.
Por su parte, el mismo estudio concluyó que, a lo largo de toda su vida, las mujeres dedican más tiempo a labores de atención no remunerada que los hombres, con un promedio de 0.5 horas adicionales por día. La atención a las personas en el hogar tiene un costo promedio de 6,163 pesos por hora.
Tiempo dedicado a casa y trabajos no remunerados. (Un, 2023)
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Tiempo.
Los datos provistos por el informe de la ONU, consultados con la Secretaria de Mujeres de Antioquia, Carolina Lopera Tobón, se enfocan en los aspectos políticos desarrollados en el departamento, particularmente en lo que atañe a la autonomía económica de las mujeres.
Estrategias de empleo
La Secretaria aseguró: “Uno de los puntos más cruciales en los que hemos centrado nuestros esfuerzos es la autonomía económica, comprendiendo que este es un desafío complejo debido a los roles de género y estereotipos que se manifiestan, especialmente en las zonas rurales, lo que nos obliga a diseñar estrategias robustas y exhaustivas.“
de manera que las mujeres puedan contar con tiempo suficiente para desarrollar procesos de capacitación, así como habilidades para el empleo o la creación de emprendimientos. Además, es vital fortalecer la participación política de las mujeres, un aspecto en el que hemos enfrentado serias dificultades.”
Asimismo, la secretaria comentó que la actual investigación realizada sobre el trabajo de atención y sus subregiones permite vislumbrar la magnitud del desafío. En la encuesta de 2024 se determinó que los cuidadores en Antioquia dedican, en promedio, 14 horas semanales al cuidado, con 8 horas destinadas a la atención directa.
¿Quién cuida a las familias antioqueñas?
Según una encuesta realizada por la Secretaría de Mujeres en 2024, los cuidadores en Antioquia dedican un promedio de 14 horas para la atención, 8 por atención directa, como el cuidado de hijas, hijos y adultos mayores y … pic.twitter.com/wqfwpic70n
– Antioquia Gubernate (@Gobantioquia) 2 de mayo de 2025
En el marco de estas intervenciones, la Secretaria subrayó que “todo se traduce en capacitación e información que ofrecemos a las mujeres para que puedan decidir llevar a cabo sus proyectos, teniendo también el acceso a toda la información necesaria para insertarse en el mundo empresarial.“
Esta necesidad responde a la dependencia crónica de las mujeres hacia los empleos del gobierno, ya que, según las cifras de la ONU, las mujeres enfrentan barreras para entrar y mantenerse en puestos de trabajo en las empresas del departamento.
Para romper con este patrón, la Secretaría ha implementado estrategias que buscan incentivar el empleo femenino en la región. Una de las iniciativas está relacionada con dos programas gubernamentales: La Alianza para el Empleo, que tiene como objetivo expandirse a nivel departamental, en colaboración con Proantioquia, el Gobierno, Argos y la Alcaldía de Medellín. Esta estrategia busca generar oportunidades laborales para mujeres y jóvenes, enfatizando el ingreso de jóvenes mujeres a empresas y promoviendo que se mantengan en ellas.
Parte de la iniciativa tiene como objetivo proporcionar a las mujeres herramientas para que puedan emprender.
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Gobierno de Antioquia.
Además, se ha destacado que esta estrategia también incluye las cajas de compensación del departamento: Comfama y Comfenalco.
Asimismo, la Secretaría de Mujeres ha implementado iniciativas que incluye un pago por resultados para generar empleos enfocados en crear nuevos puestos de trabajo en empresas, dirigidas específicamente a mujeres vulnerables, como mujeres de Sisbén, mujeres víctimas de violencia sexual y conflicto armado, mujeres migrantes, así como aquellas mujeres mayores de 40 años que han estado desempleadas.
“Nuestra meta es fomentar un diálogo con las empresas en el departamento, especialmente en áreas como Urabá, Magdalena Medio, Oriente y Norte para abrir nuevos puestos en los que las mujeres sean prioridad, aplicando estrategias en conjunto con el sistema de atención”, afirmó Lopera.
Finalmente, la secretaria también compartió observaciones sobre los resultados del estudio de la ONU respecto a la situación laboral en el departamento.
Brechas y subregiones
“En el mercado laboral persiste una gran brecha. Aunque ha aumentado la participación de las mujeres, su integración se limita a sectores inestables y/o con alta informalidad, así como a empleos parciales. Esto no solo compromete su autonomía económica actual, sino también su estabilidad a futuro, ya que cuando llegue la edad de jubilación, muchas no cumpliendo con los requisitos para recibir una pensión, enfrentándose a la pobreza en la vejez.” destacó la Secretaria de Mujeres.
La Secretaria también mencionó que algunas iniciativas que se han implementado en Antioquia fueron adaptadas de otras exitosas en Bogotá, logrando así un enfoque contextualizado para la realidad del departamento.
Como parte de la estrategia, la Secretaría realizó mediciones y listas universales.
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Gobierno de Antioquia.
“En Antioquia, nos apoyamos en diversos indicadores como comuna y subregión, desempleo, densidad comercial. Evaluamos el tejido de negocios en cada área y analizando los niveles de pobreza a través de indicadores recientes, nos permite entender en qué lugares las mujeres no están siendo empleadas, aun cuando buscan trabajo. Esta estadística es crucial para desarrollar estrategias que busquen mejorar la inclusión laboral de las mujeres”, mencionó Lopera.
Karolina Lopera Tobón reveló que este año se iniciará un piloto de estas estrategias en cinco subregiones que presentan desafíos complejos. En su análisis, declaró que el este y el norte del departamento tienen buenos indicadores sociales, mientras que en el Urabá, a pesar de contar con un tejido comercial considerable, en otras subregiones, estos indicadores no son favorables.
Nicolás Tamayo Escalante
Periodista nacional, en Medellín.
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El desempleo armado en Chocó.
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