
El día 1 de mayo marcó un momento significativo para la Universidad Nacional, ya que su rector, Leopoldo Munna, informó sobre el inicio del retorno de las comunidades indígenas que habían estado acampando en la sede de Bogotá desde el 26 de abril. Este anuncio, esperado por muchos, simboliza un paso hacia adelante en las relaciones entre la universidad y las comunidades locales, particularmente en un contexto donde el diálogo y la inclusión son críticos.
Ante esta noticia, El presidente Gustavo Petro expresó su agradecimiento hacia Leopoldo Munna, enfatizando la importancia de que la universidad no solo sea un espacio académico, sino que también alcance el corazón de la ciudad. “Gracias, Leopoldo, por darle la bienvenida a la comunidad indígena. Como saben, no solo quiero que la gente ingrese a la universidad actual, sino a la universidad que se extienda hasta donde vive la ciudad”, compartió el presidente a través de su cuenta en X, reafirmando su compromiso con la inclusión social.
Rector de la Universidad Nacional, Leopoldo Munna. Foto:César Melgarejo/ Tiempo
La declaración
Munna, en una importante declaración, comunicó que después de los acuerdos firmados entre el gobierno y el Minga, las comunidades tendrían la oportunidad de regresar a su territorio. “Hoy, 1 de mayo, las comunidades indígenas que residían en Bogotá iniciaron su regreso desde la sede universitaria, que ocupaban desde el 26 de abril. La dinámica social de un territorio con una profunda desigualdad ha llevado a los sectores más vulnerables a sentirse históricamente maltratados y discriminados, poniendo de manifiesto una necesidad de reclamar sus derechos mediante el diálogo pacífico”, expuso Munna en la declaración oficial de la Universidad Nacional.
Además, la universidad destacó “los acuerdos firmados que propician avances significativos en las realidades de las naciones originarias. Estos incluyen la creación del Sistema Indígena de Salud y Cultural (SISPI), el primer sistema educativo indígena (SEIP) en América Latina, así como el reconocimiento del Primer Instituto Costera Indígena (ETI) en la región de Wayuu”.
Minga indígena en la Universidad Nacional Foto:Cortesía
La declaración también subrayaba el “desafío humano, logístico y de planificación que enfrentaron los anfitriones indígenas durante su estadía en la universidad”, destacando que dicha experiencia buscó ser enriquecedora gracias al consenso alcanzado por toda la comunidad universitaria.
“El campus se convirtió en un espacio para fomentar el intercambio multicultural. La promoción teórica, artística y de salud, realizada por los departamentos y procesos de planificación, permitió el desarrollo de conversaciones enriquecedoras que recordaron a la comunidad universitaria el legado del maestro Orlando, en el centenario de su natalicio que celebramos este año en la Universidad Nacional de Colombia”, añadieron desde UNAL.
Miembros de Minga llegando a Bogotá. Foto:Milton Díaz / Tiempo
Las preguntas
La presencia de Minga en la Universidad Nacional suscitó inquietudes entre algunos sectores académicos sobre el impacto en el desarrollo normal de las clases. Desde que Minga llegó a la universidad, diversas industrias y grupos estudiantiles manifestaron sus dudas respecto a cómo se llevarían a cabo las actividades académicas en este contexto. Según informaron las autoridades universitarias, la magnitud de la llegada de Minga fue superior a lo que se había anticipado. En una declaración oficial, el rector Leopoldo Munna destacó la importancia de las conversaciones previas con el gobierno y la provincia, y que se habían tomado medidas para minimizar las interrupciones en el desarrollo académico en el campus. Sin embargo, admitieron que algunos cursos en los programas de ingeniería, ciencia y tecnología, y matemáticas, como los de Julio Garavito, vieron sus actividades interrumpidas ocasionalmente.
Según la Universidad Nacional, Minga estuvo en la sede hasta el 2 de mayo. Foto:Milton Díaz/ Tiempo
Por otro lado, algunas voces de oposición cuestionaron la presencia de Minga y sugirieron que no estaban en Bogotá sin motivo. “Con los acuerdos firmados, la Minga indígena no se libera a Bogotá. Petro no puede llenar la Plaza de Bolívar este 1 de mayo sin recurrir a la movilización de organizaciones de otras ciudades. Petro y Benedetti están utilizando los recursos de los colombianos para perseguir sus objetivos políticos”, acusó Daniel Briceño, ministro de la estación demócrata.
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