La economía de los Estados Unidos ha experimentado una grave contracción, marcando su primer descenso trimestral desde el año 2022. Según datos publicados por la Oficina de Análisis Económico (BEA), el Producto Interno Bruto (PIB) disminuyó un 0,3 % entre enero y marzo de 2025. Este evento significó el primer impacto económico tangible bajo el nuevo mandato del presidente Donald Trump, quien asumió el cargo el 20 de enero de este año. En este contexto, es importante señalar que Estados Unidos está viviendo su peor inicio financiero desde el periodo de pandemia.

Por otra parte, las importaciones se dispararon un 41,3 % a nivel anual, lo que ha perjudicado el saldo comercial. Simultáneamente, el gasto del consumidor, que tradicionalmente ha sido el motor de crecimiento de la economía, aumentó ligeramente en un 1,8 %, representando el ritmo más débil que se ha registrado en más de un año.

Este marcado descenso contrasta de manera significativa con el crecimiento del 2,4 % que se observó en el último trimestre de 2024. Tal situación refleja la creciente incertidumbre generada por las nuevas tarifas arancelarias, los recortes en el gasto público y las tensiones en las relaciones comerciales internacionales.

Importaciones en aumento y consumo en declive; A nosotros

Las importaciones, impulsadas por las empresas que tratan de anticiparse a las nuevas tarifas, restaron más de cinco puntos porcentuales al PIB. En contraste, las exportaciones apenas aumentaron un 1,8 %, lo que ha exacerbado el déficit comercial del país. Este panorama es preocupante, ya que el consumo interno, que constituye aproximadamente dos tercios de la economía nacional, ha mostrado significativos signos de fatiga. El crecimiento del consumo se ha reducido a la mitad en comparación con el trimestre anterior, afectado gravemente por el aumento de los precios y una caída notable en la confianza del consumidor, que ha descendido a su nivel más bajo desde 2020.

A pesar de esta contracción general en la economía, las inversiones privadas de los residentes han mostrado signos de recuperación, alcanzando un aumento del 21,9 %. Este dato es un indicativo de cierta resiliencia en el sector comercial, aunque todavía se considera insuficiente para revertir la tendencia negativa general.

Aranceles que afectan la importación de la economía estadounidense. Estados Unidos registra su peor comienzo financiero de la pandemia.

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Riesgo de recesión y dudas sobre el plan financiero de Trump

Estos datos del PIB llegan en un momento crítico, justo cuando Trump celebra sus primeros 100 días en el cargo. Su enfoque agresivo en materia aduanera y su retórica económica nacionalista están comenzando a generar costos reales en la economía. Varios economistas han comenzado a alertar sobre la posibilidad de que Estados Unidos enfrente una recesión técnica antes de que finalice el año 2025.

Además, la presión inflacionaria está en aumento. El índice de precios de consumo personal (PCE) subyacente ha crecido un 3,5 % en comparación con las expectativas. Al mismo tiempo, las medidas fiscales anunciadas por el gobierno, como los nuevos recortes de impuestos, están siendo cuestionadas debido a sus posibles repercusiones negativas sobre el déficit fiscal.

Con estas inquietudes, la incertidumbre crece desde Wall Street hasta Main Street: ¿podrá Trump cumplir su promesa de “prosperidad duradera” o, por el contrario, el giro proteccionista podría conducir a una recesión más profunda?

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