Windows 10, reconocido como uno de los sistemas operativos más extendidos a nivel global, tiene una fecha de jubilación oficial bien definida: 14 de octubre de 2025. En ese momento clave, Microsoft cesará sus actividades de soporte técnico y dejará de proporcionar actualizaciones de seguridad. A pesar de que el sistema continuará funcionando de manera operacional, es importante entender que su vulnerabilidad aumentará con el paso del tiempo, convirtiéndose en un blanco más fácil para amenazas de seguridad y atacantes.

Esta decisión representa un punto de inflexión significativo en la historia de la tecnología, marcando el final de una era para millones de usuarios y organizaciones que todavía dependen de este sistema operativo desde su lanzamiento en 2015.

¿Qué ocurrirá tras la finalización del soporte?

Cuando un sistema operativo se queda sin soporte, se detiene la recepción de parches de seguridad, correcciones de errores y mejoras funcionales. Aunque Windows 10 seguirá operando, se convertirá en blanco de potenciales amenazas de seguridad y se volverá cada vez menos compatible con nuevas aplicaciones y dispositivos en el mercado. Para los usuarios que utilizan este sistema en entornos domésticos, aún es posible proseguir con él, pero las empresas y organizaciones enfrentarán riesgos mucho mayores si no inician su migración de manera oportuna.

¿Windows 10 ya no se puede adquirir?

Desde enero de 2023, Microsoft ha cesado la venta de licencias oficiales de Windows 10. Sin embargo, algunas tiendas y distribuidores aún pueden ofrecer copias de este sistema operativo, aunque existe un riesgo considerable en cuanto a su autenticidad. Microsoft aconseja encarecidamente a los usuarios que contemplen la idea de migrar a Windows 11 o que consideren otras nuevas opciones si se encuentran en la necesidad de renovar sus dispositivos actuales.

¿Qué alternativas están disponibles para los usuarios?

  • Actualizar a Windows 11: Para esta opción, los usuarios deben cumplir con requisitos técnicos específicos, incluyendo TPM 2.0 y procesadores compatibles.
  • Continuar utilizando Windows 10 hasta 2025, aunque es esencial implementar medidas de seguridad adicionales para proteger sus datos.
  • Explorar alternativas como Linux, que puede ser especialmente adecuado para equipos más antiguos que no cumplen con los requisitos para Windows 11.

Transición sin sorpresas

La transición hacia nuevas plataformas no será inmediata, pero es ineludible. Microsoft ha hecho un esfuerzo consciente por darle tiempo a los usuarios y empresas para que se preparen adecuadamente. Por esta razón, es altamente recomendable que comiencen a planificar su migración desde ahora, ya sea mediante actualizaciones, la adquisición de nuevos dispositivos, o la investigación de otros sistemas operativos que se ajusten a sus necesidades futuras.