En el contexto del 14º Seminario de Eficiencia Energética, el presidente del sindicato, Andass, Camilo Sánchez, abordó una de las preocupaciones centrales que están afectando el bienestar de los ciudadanos en relación con las decisiones adoptadas por el gobierno nacional. Durante su discurso, Sánchez destacó la insatisfacción que sienten muchos beneficiarios de los servicios públicos, quienes ven cómo sus necesidades se ven comprometidas debido a la falta de atención a sus demandas.

Sánchez no pudo evitar criticar la situación económica actual, señalando que “este gobierno tiene el mayor presupuesto de la historia, pero hoy continuamos con $3.5 mil millones de subsidios para empresas, 3.1 energía y 400 mil gases”. Este comentario subraya la discrepancia entre los recursos disponibles y la realidad económica que enfrentan muchas familias. La ironía de esta situación radica en que, a pesar de contar con un presupuesto significativo, los subsidios no se distribuyen de manera que beneficien adecuadamente a quienes más lo necesitan.

En su intervención, el presidente de Andass enfatizó que las decisiones de política económica no solo impactan al sector privado, sino que también tienen repercusiones importantes en las empresas públicas. “Este dinero ya ha presentado a nuestras empresas, pero si el gobierno no quiere pagar los subsidios, debemos decirle a las familias que habrá un pago por las facturas completas”, advirtió Sánchez. Este comentario refleja una realidad inquietante: la posibilidad de que las familias deban asumir el costo total de sus servicios, un hecho que podría conducir a un aumento en el endeudamiento y la precariedad social.

A lo largo de su discurso, Sánchez también hizo hincapié en la necesidad de repensar la gestión de los recursos y la forma en que se implementan los subsidios. Según su visión, es esencial garantizar que los fondos se utilicen de manera efectiva para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y no simplemente para sostener a grandes empresas que quizás no lo necesitan. La dependencia de los subsidios puede crear una cultura de ineficiencia en el sector energético, donde las empresas se sienten menos motivadas a innovar o a mejorar su eficiencia.

El llamado de Sánchez es claro: el gobierno debe tomar decisiones más responsables y basadas en el bienestar general de la población. En este sentido, se espera que el diálogo entre el gobierno y los representantes sindicales se vuelva más productivo y orientado a soluciones concretas que beneficien a todos. La situación actual requiere una atención urgente y un enfoque que priorice a las familias y los usuarios de servicios, en lugar de favorecer exclusivamente a las empresas. El presidente de Andass concluyó su discurso con una firme declaración de que, si el gobierno no actúa de manera proactiva, las consecuencias caerán desproporcionadamente sobre las familias que ya enfrentan dificultades económicas.