





Recientes apagones han perturbado significativamente la vida en varios países del sur de Europa. En particular, España ha reaccionado ante esta crisis activando protocolos de emergencia, mientras que su vecino Portugal, así como partes de Francia y Andorra, también han sido afectados por cortes de electricidad. Estos eventos han generado una gran preocupación entre las autoridades y la población general.
El presidente español, Pedro Sánchez, junto con la tercera vicepresidenta, Sara Aagesen, se trasladó al Centro de Control Rojo Eléctrico para evaluar de cerca la situación provocada por el corte de suministro que ha impactado a la totalidad de la península ibérica. La magnitud de este evento llevó a la convocatoria de un Consejo de Seguridad Nacional para abordar la crisis generada por el apagón, que ha afectado a una gran parte del país, creando caos y desinformación entre los ciudadanos.
Las investigaciones están en marcha para averiguar la causa del apagón y el desorden que ha acontecido en el territorio. Se sabe que el clima inusualmente severo que se estaba viviendo en el país complicó aún más la situación.
El primer ministro de Portugal, Luis Montenegro, ha descartado la posibilidad de que el error haya surgido en su país, indicando que “todo apunta” a que el problema derivó de España. Además, la Unión Europea ha comunicado que no hay evidencias para suponer que se trate de un ataque cibernético, pero la preocupación persiste dada la naturaleza del apagón.
El suceso ha evocado los recuerdos del apagón ocurrido en Ucrania en 2015, que dejó a una parte significativa del país sin electricidad debido a una infección con código malicioso que, en este caso, se ha considerado una posibilidad remota, según las investigaciones actuales.
España en la oscuridad: examinan un ciberataque
La situación en España es caótica, especialmente después de que el aeropuerto de Aagón Baraja en Madrid quedara fuera de servicio durante el apagón. Sin embargo, aproximadamente una hora después, el suministro de energía comenzó a restablecerse en esa área. Mientras tanto, ciudades importantes como Sevilla, Barcelona y Pamplona continúan sin electricidad. Los medidores de energía en Valencia y Barcelona han experimentado interrupciones similares.
Además, ADIF ha informado que el tráfico ferroviario se ha cancelado en toda la red nacional. Renfe ha comunicado que los trenes permanecen detenidos en todas las estaciones debido a la falta de suministro eléctrico. En este contexto, se han activado protocolos de emergencia en todo el país, lo que ha provocado un significativo caos en las grandes ciudades debido a la falta de funcionamiento de los semáforos.
Los ciudadanos han comenzado a reunirse en las tiendas para adquirir productos esenciales, generando preocupación en algunos comerciantes que han tenido que cerrar debido al temor de robos. La situación también ha afectado a Portugal y a varias áreas de Francia, así como a Andorra, según informaciones de los medios locales.
El operador nacional de electricidad, Red Eléctrica, ha señalado que se están realizando análisis exhaustivos para entender los motivos detrás de este incidente disruptivo.
«Los planes habilitados para el intercambio de suministro eléctrico en colaboración con empresas del sector están en marcha para contrarrestar los efectos del corte que ocurrió en la península”.
Las ciudades más afectadas por este problema de suministro eléctrico incluyen Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla y Murcia, creando un panorama desolador para los residentes que intentan adaptarse a la crisis.
Lo que pasó en España:
El suceso ha sido calificado como “un corte masivo en el suministro de electricidad en la península ibérica y parte del territorio francés”, según Nacais Energy Networks, la empresa encargada del suministro de electricidad y gas en Portugal. Esta compañía ya ha activado planes de emergencia para la restauración del servicio, buscando mitigar el impacto de esta crisis en sus clientes.
¿Cuándo se restaurará la energía?
El rojo eléctrico ha estimado que la recuperación del suministro eléctrico podría tardar entre seis y diez horas más, dependiendo de los problemas que el operador del sistema tenga que resolver. Este tiempo de restauración ha generado inquietud entre la población, que espera una pronta solución a la crisis energética.