
A través de lágrimas y una voz quebrada, Silvia Gette Ponce, exrectora de la Universidad Autónoma del Cariberompió el silencio en la audiencia final en un juicio quien es investigado en relación con el asesinato del campesino Fernando Cepeda, ocurrido hace más de dos décadas. “Yo no ordené la muerte de Fernando Cepeda”, clamó ante el tribunal en una emotiva declaración en la que aseguró su inocencia.
Gette, de 74 años, afirmó que su caso era un “montaje” orquestado, afirmó, por los sectores interesados. por privarlo del control de la universidad y no sucumbir a la extorsión de grupos paramilitares.
“Herencia Mario Ceballos Araújo Se distribuyó a quienes lo arreglaron todo. Fui un obstáculo porque conmigo ahí nunca hubieran logrado el montaje en el que estoy inmerso. Mi único error fue no pagar las extorsiones que hacen estos paramilitares”, afirmó.
Un caso que marcó a Barranquilla
Delito Fernando Cepeda Vargas, esposo de María Paulina Ceballos, hijastra de Gette, apareció en agosto de 2003 en Barranquilla. La investigación reveló que Gette ordenó el asesinato en medio de un conflicto por la herencia del fundador de Uniautónoma, Mario Ceballos Araújo.
La gestión de la Universidad Autónoma del Caribe ha sido objeto de mucha lucha. Foto:Archivo meteorológico
Fiscalía afirma que exrector habría pagado 150 millones de pesos ex miembros del Bloque Norte de las Autodefensas, entre ellos José Antonio López Montero, alias “Don Antonio”, con el fin de delinquir.
El testimonio de esta ex activista paramilitar, combinado con el testimonio de otros soldados desmovilizados, forma la base de la acusación de que ella contribuyó al asesinato.
En los últimos años, la defensa de Gette cuestiona la credibilidad de estos testimonios y sostiene que los testimonios fueron manipulados. La acusada afirma que su nombre fue utilizado para encubrir irregularidades administrativas y actos de corrupción en la universidad.
“Es completamente injusto. Me cargaron con una condena moral por algo que no hice. Todo fue una estrategia para mantenerme preso y desviar la atención mientras saquean el legado de Mario Ceballos. Hoy la universidad está al borde de la quiebra”, afirmó el ex rector.
“No tenía enemigos, ni siquiera María Paulina”
En su intervención, Gette negó que hubieran existido disputas personales con María Paulina Ceballos, hija del fundador del establecimiento y esposa del campesino asesinado.
Silvia Gette paga detención en su casa de Barranquilla. Foto:archivo privado
“No tenía enemigos, ni siquiera María Paulina. Ella fue desheredada y la consideraba heredera de mi padre. Le di parte de lo que me convenía como mi esposa legal, porque era justo”, dijo.
También se refirió a los supuestos motivos económicos que, según la Fiscalía, fueron el móvil del crimen. “No hubo ningún interés económico ni deseo de venganza. Fue una manipulación de versiones destinadas a incriminarme”, añadió.
El caso contra Gette se considera uno de ellos. los procesos judiciales más característicos del Caribe colombiano por la combinación de poder, dinero, herencias y vínculos con estructuras criminales.
Ambos La Fiscalía como Fiscalía General Sostienen que existen pruebas sólidas que prueban su responsabilidad, incluidos testimonios judiciales, registros financieros y declaraciones de testigos presenciales que la vinculan directamente con los hechos.
Para los investigadores, la conexión entre el exrector y el seudónimodon antonioJugaron un papel decisivo en la planificación del asesinato. El ex paramilitar confirmó ante el tribunal que recibió dinero y órdenes de Gette destinadas a cometer el crimen.
El juicio se encuentra en sus últimas etapas y se espera que en los próximos días el tribunal emita un fallo de fondo que podría poner fin a un proceso de más de 20 años. Polémica judicial en torno a una de las figuras más polémicas de la educación superior en el Caribe colombiano.
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