
En un movimiento que busca tender puentes en medio del foro político, diputada del Senado Iván Cepeda, uno de los números más visibles Pacto histórico, ha lanzado una propuesta que ha creado ecos en todo el espectro ideológico: el llamado a un “gran diálogo nacional” que involucra directamente a su mayor contradicción, el uribismo.
Lejos de ser una declaración libre, se busca que la iniciativa garantice fundamentalmente la convivencia y el debate democrático. Aquí explicamos de manera didáctica en qué consiste la convocatoria, cuáles son sus objetivos subyacentes y por qué es tan significativa en el contexto actual del país.
Daniel Quintero; la exministra de Salud, Carolina Corcho; e Iván Cepeda, diputado del Senado. Foto:Histórico
¿En qué consiste la propuesta?
La idea principal de Cepeda es llevar a una misma mesa a todas las industrias de la comunidad colombiana: política, empresarial, social y cultural. El objetivo no es que todos piensen igual, sino llegar a “acuerdos en lo básico”, Es decir, las reglas mínimas del juego para convivir y resolver las diferencias sin recurrir a la agresión ni al traslado del otro.
Lo más interesante de la convocatoria es una invitación directa al Centro Democrático y corrientes afines al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Cepeda destaca que estas conversaciones deben ser “sin excepción” si se quiere que tengan un impacto real en la reducción de la tensión que vive el país.
La motivación: superar la lógica de la “incertidumbre de los amigos”
Para el diputado del Senado, la motivación principal es de carácter histórico y preventivo. En sus declaraciones advirtió sobre el peligro de la polarización actual que se agudizó en el escenario de violencia y no llamó a repetir los capítulos más oscuros de la historia de Colombia. “No queremos persecución política ni genocidio”, afirmó, utilizando términos que plantean el período de extinción contra los partidos políticos.
Iván Cepeda en Barranquilla. Foto:Prensa de Iván Cepeda.
El argumento de la propuesta es romper con la llamada “lógica Vin-Enemy”, ya que un oponente político no es considerado un competidor con ideas diferentes, sino un enemigo que debe ser destruido.
Según Cepeda, este tratado buscaría garantizar que independientemente de quién esté en el gobierno, se respete la vida, los derechos de la oposición y las instituciones democráticas.
Muhamad decidió renunciar a su suministro para apoyar a Iván Cepeda Foto:red social
Gesto en clima de alta tensión.
Particularmente importante es la propuesta de diálogo de Iván Cepeda, quien mantiene desde hace muchos años un intenso corte político y de corte con el expresidente Álvaro Uribe y su movimiento.
Este comentario fue realizado con inteligencia artificial y fue revisado por un periodista*
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