Los nuevos aranceles de Trump ya están vigentes. El jueves 7 de agosto, Estados Unidos activó las tasas de interés aduaneras a más de 90 países, como parte de su renovada estrategia económica. Entre los afectados se encuentran Brasil, Bolivia, Ecuador, Venezuela y Colombia. Trump Activa Global Tarifa War: Colombia en la línea de fuego.
La administración Trump está tratando de reducir el déficit comercial y los países apremiantes que venden más de lo que compran. “Millones de dólares comenzarán a fluir a los Estados Unidos”, dijo el presidente en las redes.
Los precios varían del 10% al 50%, dependiendo del saldo comercial entre cada país y los Estados Unidos. Algunos lograron acuerdos para reducir los efectos. Colombia falló y debe adoptar un deber del 10%.
Colombia: ¿Cómo está frente al nuevo escenario?
Colombia cumplirá con el 10% de aduana en sus exportaciones a los Estados Unidos. La acción excluye productos clave como petróleo, carbón, oro y otros metales preciosos. Sin embargo, afectará a los fabricantes, compañías agrícolas y textiles.
Según Amcham Colombia, solo el 17% se ve afectado por el total exportado directamente. Pero la Cámara advierte que el país perderá la competitividad contra las naciones que negociaron menos interés o excepciones.
Los pronósticos para 2025 muestran una reducción en las exportaciones del 8% y una reducción del PIB del 0.1%. Aunque los efectos no son inmediatos, los analistas sugieren actuar rápidamente para evitar más daños financieros.
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Trump cura su política comercial: ganadores y perdedores
Países como México, Canadá y China lograron extensiones o acuerdos con Washington. La UE acordó un deber del 15%, mientras que Japón y Corea del Sur estaban exentas.
Brasil recibió la sanción más difícil: un deber del 50% para presuntos ataques contra empresas de tecnología estadounidenses. India también pagará el mismo porcentaje para comprar petróleo ruso.
Sin embargo, países como Vietnam, Camboya y Lesoto lograron descuentos significativos después de las renegotiaciones. Depende de la capacidad de negociación bilateral y los intereses estratégicos de la Casa Blanca.
Trump también introdujo aranceles al 100% en chips y semiconductores fabricados fuera de los Estados Unidos. Este movimiento trata de empujar a empresas como Apple, Intel y TSMC a invertir en suelo estadounidense.
