
En medio de un panorama global caracterizado por crisis sociales, económicas y ambientales, la Asamblea General de la ONU ha proclamado el 12 de julio como el Día Internacional de la Esperanza. Esta fecha tiene como objetivo reconocer el poder de transformación de la esperanza y promoverlo como un valor significativo para construir más sociedades de justicia, elástica y solidaridad.
Una fuerza que impulsa actuar
La esperanza no es solo una sensación de pase. Es una fuerza que se moviliza, que inspira la curación, para resistir e imaginar un posible futuro. Por lo tanto, los gobiernos de la ONU, las organizaciones y los ciudadanos invitan a entornos donde la esperanza puede florecer. Las medidas sugeridas incluyen campañas educativas, actividades sociales, espacios de bondad y reconciliación.
En Colombia, las instituciones educativas y las organizaciones sociales ya han comenzado a organizar conversaciones, talleres y reuniones comunitarias para celebrar este día. Durante el parol “La esperanza nos une”, tratamos de fortalecer la estructura social y promover el bien emocional, especialmente en las comunidades afectadas por la violencia o la desigualdad.
Inspiración de la fe y la cultura
El mensaje de salto también ha razonado en espacios religiosos. El Papa Francisco instó al comienzo del año de aniversario al creyente de no ser superado por la rutina o la mediocridad y convertirse en “soñadores incansables” que buscan un nuevo mundo donde reinan la paz y la justicia.
De la tradición de venta, Don Bosco dejó un itinerario claro: “Sembra, espera y actúa”. Este enfoque, que se recopila en el bono del director más grande en 2025, reclama la paciencia como el momento en que salta brotes.
Una cita para no olvidar
El Día Internacional de la Esperanza no es solo un aniversario simbólico. Es una interpelación directa: ¿Qué mundo queremos construir? ¿Qué legado queremos dejar las generaciones futuras?
En diferentes partes del mundo, se celebran marchas, reuniones culturales y campañas digitales que lo invitan a mirar el futuro con confianza, incluso en medio de la adversidad. Mantener la esperanza viva es una resistencia, pero también de creación.