El 13 de mayo de 2025, más de 200,000 fieles católicos se congregaron en el santuario de Fátima, ubicado en Fribut, Portugal, para participar en la peregrinación anual. Este significativo evento no solo conmemoró la memoria del difunto Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril, sino que también se dedicó a orar por el pontificado de su sucesor, Leo XIV. Esta masiva reunión de creyentes reflejó la fuerte devoción hacia la Virgen de Fátima, un símbolo de esperanza y unidad entre los católicos de todo el mundo.

Los asistentes abarrotaron la explanada de Fátima, situada a aproximadamente 130 kilómetros al norte de Lisboa. Entre los participantes se encontraba una representación notable de la jerarquía católica, incluyendo tres cardenales, 17 obispos, 272 sacerdotes y 14 diáconos, quienes se unieron a la comunidad en oración y reflexión.

A pesar de la lluvia intermitente que marcó el inicio del día, la fe y el fervor de los peregrinos no se vieron mermados. El evento comenzó con cantos, que fueron poco a poco llenándose de fuerza y entusiasmo, alcanzando su punto culminante con el hermoso despliegue de miles de bufandas blancas que ondearon en homenaje a la Virgen durante la ceremonia.

El Papa Francisco tenía un vínculo especial con Fátima y era conocido por su devoción a la Virgen. En su viaje a Portugal en 2023, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Juventud, visitó el santuario, y su presencia era recordada con cariño durante la peregrinación. En 2017, además, se llevó a cabo la canonización de dos de los pastores que habían presenciado las apariciones de la Virgen en 1917.

De acuerdo con la tradición católica, fue en ese año cuando Francisco, de 9 años, junto a su hermana Jacinta, de 7, y su prima Lucía dos Santos, de 10, vivieron las primeras visiones de la Virgen. Su relato ha perdurado a lo largo del tiempo, fortaleciendo la fe de generaciones enteras. Para honrar a Francisco, durante la ceremonia se utilizó un cáliz dorado que él mismo había llevado a Fátima durante su peregrinación en 2017, lo que simbolizó un momento de conexión profunda entre el pasado y el presente.

Leo XIV, el nuevo Papa, también ha mantenido un vínculo significativo con este santuario y había realizado una declaración en honor a su inauguración previo a la peregrinación de la Virgen en 2019. Este aspecto reúne no solo a los creyentes de Portugal, sino a devotos de todas partes del mundo que consideran a Fátima un lugar sagrado.

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13 de mayo: Miel de la peregrinación fiel a Portugal

La peregrinación reunió a fieles de todos los rincones del mundo, incluidos miembros de una familia de Costa Rica que viajaron hasta el santuario para conmemorar el aniversario de las revelaciones. Esta familia expresó su optimismo sobre el nuevo Papa, afirmando que es “una muy buena opción”. Esta reafirmación de fe es un ejemplo del espíritu vivaz que impregna la celebración.

En la explanada se podía encontrar a Ana María Orellana, junto a un grupo de creyentes venezolanos, cuya ascendencia es portuguesa, que se desplazaron desde Caracas para ser parte de este evento excepcional. Ana compartió su experiencia: “Es una gran sensación estar aquí; hay momentos en que las lágrimas nos corren, pero son lágrimas de emoción y gratitud. Es una gracia representar a Venezuela en este encuentro sagrado”.

Camilo, proveniente de Colombia, llegó a la explanada de Fátima por cuarta vez, portando una gran bandera de su país como símbolo de su fe y devoción. Expresó cómo sus abuelos le enseñaron desde muy joven a amar a la Virgen, y envió sus buenos deseos al nuevo Papa, destacando el significado cercano que tiene para él el tiempo que Leo XIV pasó en Perú.

La rica cultura de Fátima tiene sus raíces en el periodo que va desde el 13 de mayo hasta el 13 de octubre de 1917, en el cual los tres niños portugueses, Jacinta y Francisco, fueron testigos de múltiples apariciones de la Virgen. Estos encuentros no solo transformaron sus vidas, sino que también sentaron las bases de lo que se conoce como la profecía de Fátima, cuyo impacto continúa resonando hasta hoy.

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Milagros reconocidos:

Los milagros asociados con las apariciones de Fátima han sido documentados y reconocidos desde mediados del siglo pasado. El primero de estos milagros describió una visión del infierno, mientras que el segundo fue una profecía sobre una guerra aún más devastadora que la que se estaba viviendo entonces. El tercero fue revelado por primera vez en 2000 en Fátima, cuando el Papa Juan Pablo II compartió los relatos de los pastores.

Este último milagro está vinculado al atentado que sufrió el Papa polaco el 13 de mayo de 1981, coincidiendo con el aniversario de la primera aparición en Fátima. Dos milagros específicos atribuídos a los niños portugueses fueron cruciales para su canonización: el primero fue la inexplicable curación de una mujer portuguesa en 1997, y el segundo fue la rápida recuperación de un niño brasileño en 2013, quienes oraron a los pastores durante su enfermedad.

A pesar de que las apariciones de Fátima no se encuentran formalmente incluidas en la doctrina de la iglesia, que es un aspecto que no todos los creyentes deben aceptar, la memoria de Francisco y Jacinta vive entre miles de santos católicos que los honran. Por su parte, el primer ministro de Portugal, Antonio Costa, también contribuyó al evento de manera significativa, ofreciendo su apoyo a un periodista durante unas horas mientras disfrutaba de las festividades.

El periodista Miguel Tavares, quien reporta para un periódico público, mencionó que había sido objeto de atención, al quedar sin una escuela que aparentemente complicó la situación para sus colegas en la redacción. Aceptando la solicitud del periodista, el primer ministro se encargó de cuidar a los cuatro hijos de Miguel por la mañana, en un acto que marcó la relevancia de la comunidad y la unión durante este evento sagrado.